martes, 6 de febrero de 2018

Sumisa



Y como iniciar con este texto sin llegar a herir susceptibilidades, ser sentenciado a arder en la hoguera o en definitiva con alguno de aquellos tantos castigos que tan amablemente nos hacen llegar, por cualquier estúpida razón, siendo que la franqueza y poca tolerancia enmudece tantas cosas por decir.
Pero vaya, si nos dejamos llevar por el que dirán, caeríamos en la tan aburrida monotonía, y no soy de aquellos que le tiemblan las bolas por decir y hacer lo que le venga en gana.
La mayoría de veces en que mis dedos vomitan lo que la mente tiene atorada en su diminuta y acida neurona, es para hacer autocriticas al rol Dominante, demasiadas piedras han dado en el blanco, y otras más me han dejado ensangrentado.
Y porque no? pregunto y me respondo en el interior, porque no escribir esta vez sobre la sumisión, no refiriéndome a aquella que nos llena de placer, éxtasis en la entrega sin límites, no!
No mi estimadx lector, me refiero a aquella sumisión de librito, esa que nos causa tantas jaquecas por el toppineo, esa que es una piedra en bruto, y en las manos de su “señor” se convierte en un valioso diamante, aquella que aún se basa en el ya tan controversial y muchas veces obsoleto SSC.
Esa sumisión nueva, o como leía hace poco, del New Age, de esa, como nombrarla, esa que con algunos meses en la escena, ya nos da cátedra de cómo debe ser el comportamiento del Dominante, que nos explica cómo es que nos dan oportunidad de ser pertenencia, que los protocolos se los pasa por el arco del triunfo, donde hasta hacia unos meses, apenas estaba en etapa de pupa, y hoy mismo gira, vuela y revolotea por los senderos del BDSM con total libertad.
Porque hoy día, se ha llenado de este tipo de sumisión, aquella que salió de Candy Candy y Mujer Bonita, esa que gracias al neo liberalismo, les ha dado tanta libertad de expresión, igualdad, que les enseño que la mujer debe tratarse con el mayor respeto posible, y, contra eso no hay que decir, o si? Me lo reservare… WTF!
Y me pregunto nuevamente, en donde queda la sumisión?
La Dominación ahora ya trata de solo cambiar pañales y dar chupetes?
O como ya planteaba un amigo hace no mucho, será que los Dominantes ya son de papel y por ello permiten que les traten de esa manera solo por un polvo?
Aquí no se trata de nombres, experiencia, conocimiento, eso es independiente y acorde a los acuerdos que serán planteados en la D/s, si no de roles!
Si, de roles, a estas instancias ni mencionar el argot, el protocolo, dress code, o ya por error la cesión.
Me viene a la mente hace unos ayeres en que me fue cedida una sumisa, ya que el entonces Amo, habría de cambiar su residencia y no quería dejarla desamparada; Ni pensar en ello siquiera en este momento verdad?
Sera que ese BDSM que nos atrajera a este maravilloso mundo se haya oxidado, se haya perdido dentro de un biberón, ha mutado tanto como para cambiar lo que nos enseñó la vieja escuela?
Ha cambiado tanto como para que esa sumisión olvide que debe estar con la cabeza y mirada baja cuando este frente a un Dominante?
Que no puede levantar la voz si no le es permitido?
Que jamás entre roles existirá igualdad.
Ya me pienso diciendo a Mi sumisa, hoy me permitirás azotarte?, y que responda – sí, pero despacio, no quiero tener marcas en la piel o terminar adolorida.
Y si, ya imagino en este momento lo que ciertas mentes ya quieren plasmar, “cerdo machista”, “tú no eres mi amo” “quien te crees para pretender enseñarme como debo comportarme”?
Que mierdita todo esto, este bdsm (así, con minúsculas) se ha tornado colorido, de fantasía, de historias de Reyes y Princesas, ya solo falta que salga en la rosa de Guadalupe.
Ahora bien, ya va siendo momento de enseñar tanto a Dominantes y sumisas, de que va todo esto, porque para noviazgos con sueños de boda y blanco, ya es demasiado.
Porque para ver esto y mucho más que me falto mencionar, entonces tendremos que esperar a san Valentín y mirar a Cristhian dios del BDSM Grey, y su inseparable dulcinea, cierto, no es una mula, si acaso una puta de juguete, y lástima, porque hasta el llamarla puta le queda enorme.
Así que, hay que dejar por unos meses estas redes sociales que no enseñan ni mierda, porque jamás se comparara con la experiencia en persona, la asistencia a talleres, tertulias, munch, reuniones y por supuesto sesiones piel a piel, las chaquetas mentales solo nos dan malas ideas y por ende este tipo de sumisión mal aprendida.
Bueno, ya para finalizar, sin rencores, que la sana armonía exista siempre, no olviden que lxs quiero.®
Sátiro Demencia


No hay comentarios:

Publicar un comentario