Hace un rato corto, después de mirar como
un chihuahueño intentaba follarse a un pitbull y de tanto insistir, el pitbull
tuvo que ceder al pequeñin para que pudiera alcanzarlo, me surgió una duda
existencial que causo que mi única y diminuta neurona este como chinche en
comal hasta que la asimile, y pueda comprenderlo.
Se han percatado que hablar de switch es
¿sinónimo de madre luchona?
¿O sea? Mi carburador no se había ahogado
hasta este momento en que le preste atención, no conozco a ningún Dom que se le
voltee la reversa, o mejor dicho, que le guste estar del otro lado de la fusta.
Por supuesto, no es algo que me cause un
conflicto emocional, pero si me hizo analizar mentalmente " a chinga,
chinga, ¿switch? ¿sangre sucia? igual a madre luchona, pokemon, tanque de
guerra, padre y madre a la vez que le encanta la jenny, nalgas de oro, tetas de
platino, donde una leona deja huella, ninguna gata la borra, sacerdotisa del
bdsm, mostro del lago ness y domina de diamantina"
Conozco a muchos Dominantes, que les
encanta el pegging, (y otra de tantas sin querer, "pegging, NO peguing, te
la pongo de recordatorio") y no por ello dejan de ser Dominantes, si, tal
vez bi sexuales, y ceden las nalgas para el placer, su propio placer.
Más no ceden a un rol inferior para que
ellas disfruten, porque están para servir y obedecer.
Pero esta filosofía del sadomasoquista ha
pasado del cedo para sentir placer al, "ya conseguí quien alimente a mis
bastardos". Cierto, cierto, con esto de la igualdad, la migración, freddie
y los millennials conociendo el gore... quise decir, sus bellas bendiciones, no
se pueden decir las cosas como tal.
Todo esto del switch me ha parecido un
reverenda pendejada, ¿o sea? somos hombres o payasos, eres o no eres, solo por
coger te acomodas a lo que te amolda?
Aún tengo esperanzas que el poco BDSM que
nos están dejando siga siendo como aquel que conocí cuando inicie en esto de
roles, protocolos, argot, dress code.
Y digo dejan, porque después de exhibirlo,
manipularlo, violarlo, hacerlo mierda, destrozarlo, quienes de verdad lo
vivimos, quedamos como hasta hoy, enfermos sexuales, pagando culpas de pendejos
que no han comprendido lo que es un estilo de vida y lo convierten en una moda.
Sátiro Demencia