viernes, 24 de enero de 2020

Antes.

Hemos quedado, hoy, por la tarde, (los super friends del bdsm), nos llevamos tan bien aunque no nos hayamos visto nunca ni sepamos que hacemos ni de que pata cojea cada uno.

Pepito es amito y tiene varias sumisas, fieles y entregadas, o al menos eso dice él.

Juanita no es sumi pero dice que quiere conocer este mundillo. Me da la impresión que es más una golfa y viene para ver que pesca.

Andresito es un pedante de mierda pero por las fotos que pone cada 5 minutos grita que esta bastante bueno y algunas de las principiantes querrán tener algo con él.

Angelita es una sumi de verdad, tiene amito desde hace dos semanas y le conoció por aquí hace tres, ya tiene collar y prohibido hablar con otros amos, además de tener fiscalizados sus correos y sus conversaciones privadas porque la tunden a fustazos, el amor que se pregonan me da para matrimonio en máximo 1 mes.

No sé cuántos seremos al final pero creo que será una reunión inolvidable.

-Durante.

Hay muchas risas y parece que tenía razón con la golfa, está claro que solo quería sexear; Pepito, Andresito y Luisito, que se apuntó en el último momento y se trajo un amigo bastante callado, están dandole duro contra el muro y lento sobre el pavimento.

Me da la impresión que Juanita se va a la cama con alguno, aunque no sé qué tipo de amitos son porque lo único que hacen es babearle las tetas.

Mientras, las demás beben y no dejan de mirar el móvil escribiendo sin parar lo que está sucediendo, como si lo que hay más allá en realidad fuese más importante que lo de acá.

Angelita lleva dos horas sin parar hablando de su amito, de lo maravilloso que es y lo que le ha hecho sentir en tan poco tiempo. Nos hemos enterado de que aún no se han visto y el collar lo eligió ella en un Sexshop muy de moda. Grabó las iniciales de él y lo luce orgullosa.

Porque ser propiedad es lo mejor que le ha pasado en toda su vida.

-Al día siguiente.

Nos hemos escrito todos y todas, ha quedado claro que fue la mejor reunión en la que habíamos estado, las chicas ya se llaman hermanas entre ellas: Y ellos, caballeros, de experiencia innegable, quedando conformes para ceder a sus joyas, total, que la vida solo se vive una vez y porque desperdiciarla, si las orgifiestas de puta madre se dan a lo grande.

Y ahora nos mensajeamos para ir preparando otra reunión para degustar puros y whisky caro. Las chicas resultaron ser muy putillas, sobre todo Juanita, un torbellino en la cama.

Angelita es un ejemplo a seguir y todas envidian la suerte que tiene de haber encontrado un amito tan atento; Por cierto, el amigo callado era un poco estúpido.

Que buen rollito esto de las reuniones e intercambio de fluidos.

-¿Y el BDSM?

Eso no importa, ha quedado atrás, ahora con solo llamarse bedesemero es ganancia, se ha vuelto un simple adorno, como un disfraz que nos ayuda a aparentar lo que no se es.

Sátiro Demencia

PROCESS VS. SSC(P)


Antes de proceder a explicar mi desconcierto y desaprobación quiero hablar sobre el PROCESS, protocolo creado hace ya algunos años y que por azares del destino o poco interés por promoverlo o enseñarlo, es que para algunos puede ser desconocido.

¿Qué es PROCESS?

Creado en 2013 para altsex por Dulcinea Alex Pitágora, quien cuenta con una maestría en artes, psicología, trabajo social, educación, sexualidad humana, y doctorado en sexología clínica, con licencia para practicar psicoterapia en New York y certificación como terapeuta sexual, cofundadora de altsex (NYC), creadora y anfitriona de la serie web de entrevistas Kink Doctor, partícipe en la prensa como experto en sexualidad e identidad, especializada en trabajar con adultos en las comunidades KINK, POLI, LGBTQ, BDSM y trabajo sexual.

Funda este protocolo de sesión y/o relación para la Nueva Escuela, hablando del proceso de negociación, fijación de límites, consenso revocable, y after care que debe estar presente en las relaciones D/s, que desean disfrutar del BDSM desde una perspectiva más soft.

Y dadas las circunstancias del SSC de David Stein que fue instaurado para la GMSMA en 1983 y su percusor proveniente de la revista Dungeon Master en 1970 (Safe&Sane); circunstancias suscitadas durante 2007/11, es que surgió la grandiosa “idea” por parte de Anton Phibes de agregar una “letra” más al SSC E/D/P (Enjoyable, Disfrutable, Placentero), es entonces que podemos preguntarnos ¿a qué nivel de desaprobación, rechazo, desinformación o uso incorrecto del termino YKINMKBYKIOK (tu torcedura no es mi torcedura, pero tu torcedura está bien, por sus siglas en inglés) ha llegado el que cada relación D/s, A/e, S/m vive el BDSM a su manera?.

Aún más reprobable es que quienes están “encargados” de orientar a los nuevos practicantes, los idealicen con un BDSM romanticón y de fábula, y al contrario de engrandecer la comunidad con personas informadas en su totalidad, estén más interesados en llenarse los bolsillos sin importar que estén preparados tanto en teoría como práctica, porque es más importante aventar al ruedo con un diploma y un gansito en la mano a quienes toman estos talleres, que tratar de enseñar los pros y contras del BDSM ¿o me equivoco?.

Estoy totalmente de acuerdo con que cada relación o practicante vive el BDSM acorde a sus gustos, fantasías, tiempo, posibilidades, planes de vida, sin embargo no estoy de acuerdo con hacer mierda los protocolos establecidos por la Old School a gusto y beneficio de cada cual, porque entonces sucede que desvirtuamos todo ese poco conocimiento que algunos intentamos compartir con las nuevas generaciones, para que no vengan a cagarla con que ya lastimaron a alguien, física o mentalmente, que el SSC se lo pasen por el arco del triunfo, o porque me gusta cómo queda la “K” (kinky) en el acrónimo, le doy uso y digo a todos, así es porque yo lo llevo, así lo vivo, así lo enseño, así lo aprendes y no hay más que decir de mi parte.


Imagino que quienes fueran partícipes durante las cumbres de la GMSMA que se desarrollaron de los 80´s a los 90´s en la ciudad de New York, y que tras tantos debates, negociaciones, conflictos, la separación de la Old School y la New Guard, pensaron que al crear reglas/protocolos infranqueables e inamovibles, la comunidad BDSM podría disfrutar de una sexualidad alternativa en base a lo que ellos habían formado durante esos 10 años; pero jamás pensaron que abusando del “conocimiento”, cada quien haría un negocio, rompedero de reglas y surgirían personas que aprovecharían todo ello para el beneficio propio.
  
Pienso que si de verdad queremos enseñar, antes de todo deberíamos informarnos sobre los gustos/pensamientos de los nuevos practicantes, fomentar con exactitud lo que pretendemos compartir, hacernos con una educación de cultura, lectura y aprendizaje propio para poder expresarnos con soltura, conocer protocolos como el PROCESS y ya desde una perspectiva más confiable, con el conocimiento no errático, podemos dejar de andar inventándonos pendejada y media que solo contribuye a tanto pseudo practicante de juguete.


Sátiro Demencia








BDSM de escaparate sexual

Compartir nuestros designios es ante todo una cuestión demasiado personal como para con cierto ventajismo dudar de los motivos. Se me escapan las necesidades y sobre todo los objetivos. Haberlos sin duda los tiene que haber y me sigo preguntando, ¿en esta creciente marejada de mediocridad, cómo es posible airear casi cualquier cosa con el fin de recibir a cambio unidades de crédito vitalicio sobre lo bueno o lo malo de hacerlo?..



No es una crítica a la exposición de nuestras vergüenzas o nuestros méritos, tan sólo es una revisión a nuestros modelos de decencia.



Nada de moralidad ni muestra de valores éticos. Cada uno hace lo que le place, a la espera de la buenaventura de los comentarios aliados y con el hacha preparada cuando el viento sopla en contra.



Somos así, es inevitable el inmovilismo mientras nos pertrechamos, algunos de la valentía necesaria, para hacer ciertas cosas. Estar orgullosos de nuestros cuerpos dicen algunos, el orgullo de la genética que no pasa por alto los defectos ni los afectos. Quererse más como motivo vital porque si no, tenemos que aprender lo que significa la ansiedad. Un aprendizaje siempre dado por otros.



Auto inculparse por la censura verbal o escrita, razonar que nuestros pensamientos a veces son fascistas y guardarlos no sea que haya un colectivo agraviado y nos pongan la cara colorada por un pensamiento expresado sin malicia, pero que contiene trazas de este nuevo neofascismo de mierda.



Allá vamos con nuestras opiniones plantadas en nuestros huertos urbanos y dando lecciones a la agricultura milenaria porque éstos últimos ya no saben del consumo evolutivo y sostenible que hemos aprendido a base de escuchar/leer pendejaditas y que internet ha puesto en las manos de cualquiera.



El BDSM no se escapa de estas corrientes tan modernas.



El hedonismo ya no está en lo propio, en lo que uno vive o ha vivido. Ahora ha traspasado la barrera del yo y se ha convertido en el "todos", unos sobre otros, abajo, de lado, es igual, el fin estar dentro de uno o muchos.



Porque no hay nada que dé más placer que hacer público el bienestar, el desafío de los avances, en lo mucho que se es sometido o lo que se Domina.



La galería lo ocupa todo, escaparates repletos de vivencias, sangre compartida y heridas abiertas sin compasión expuestas para que otros tengan envidia mientras alaban la capacidad de hacerlo y sobre todo compartirlo.



Una nueva sociedad de consumo, una nueva forma de compartir las cosas en la que es más importante detallar lo que se ha leído que disfrutar de hacerlo, donde los cuerpos sólo se disfrutan cuando se reparten las vivencias de los mismos o cuando el dolor propio sólo es bueno cuando se disfruta por lo ajeno.



¿Por qué guardarlo si mi necesidad está en compartirlo?



No hay porqués realmente. Es una decisión personal hacer público lo que es privado. La respuesta inmediata no se puede controlar porque ni siquiera podemos controlar nuestras propias reacciones. Es peligrosa la necesidad de sentir que los demás tienen acceso a ciertas verdades que se convierten en dudas cuando las manejan personas ajenas a tu vida.



Peligroso, excitante y fuera de nuestro control. Y esa falta de control ulterior es la que nos termina haciendo lidiar con problemas que se podían haber evitado si no fuéramos tan imbéciles.



Sátiro Demencia

En escena

Lo que tiene vivirse en un país donde cualquiera se autodenomina artista y vive de ello es que el propio nivel artístico es una puta mierda. Es tan cutre el artisteo como la cultura y no puedo evitar sacar una sonrisa.

Parece que esto no tiene mucho que ver con el BDSM, pero las apariencias engañan. El símil del pop y el BDSM actual, se me antoja muy acertado. Expongamos un escenario donde la representación musical sería como el inmenso abanico del BDSM, desde este momento, música será BDSM y viceversa.

El BDSM, no denominado así en los albores de los tiempos, se sofisticó mucho más rápido que la música. Es algo tan sencillo como comprender que el arte de infringir dolor, la esclavitud y desatar los instintos y depravaciones era francamente más divertido que tocar la lira o un par de tambores con algunas plumas para no lastimarse los deditos.

Con el paso de los siglos y el perfeccionamiento de las torturas, la imposición del poder y la fuerza bruta, se estancaron, y la música empezó a ganar terreno. En Oriente, mucho más civilizados que en Occidente pero tan cafres y animales como nosotros, perfeccionaban artes marciales para someter e inmovilizar los cuerpos de los prisioneros mientras quizá, mujeres adiestradas actuaban y tocaban instrumentos para que los señores feudales disfrutasen de ambos placeres artísticos.

Aquí, lo dejamos todo para crear algunos de los artilugios de tortura más espeluznantes jamás creados por el hombre mientras que por allí suspendían a las mujeres anudadas en cuerdas imposibles. Una vez más Occidente sabía a lo que jugaba, como en una montaña rusa temporal, avanzábamos tan rápido como retrocedíamos. Entonces la música eclosionó, avanzó con un paso tan firme y rápido que rápidamente se impuso a cualquier otra disciplina artística. Hasta qué Europa se convirtió de nuevo en la cuna del arte universal.

Por su parte, el ya denominado BDSM se sumergía en un arte aristocrático y exclusivo pero tan brutal como el que los que el pueblo llano hacía en los rincones más oscuros de su imaginación. A fin de cuentas, la mente humana no hace diferencias en el estatus social para llevar a cabo sus perversiones y sus deseos.

Todo esto suena a bicoca histórica, que poco rigor tiene, simplemente un poco de sentido común. Hoy, aquí, y como siempre en un afán impropio de mí, critico en lo que se ha convertido algo antes maravilloso, exactamente igual que la música.

Pero volvamos a ese escenario, donde y sin que sirva de precedente encontramos la crema artística musical, de antemano mi opinión es clara, la música pop de nueva generación es una puta basura, ponzoña repugnante.

Entiendo ahora que gente como Antonio Orozco se hayan inspirado en los gritos insoportables de los torturados en la Edad Media, por poner un ejemplo porque su voz es lo más parecido al sonido que puede salir de la garganta de alguien a quién le está arrancando las uñas.

¿Y el BDSM?

Lo mismo… es la banda sonora de nuestras vidas actuales, nos venden todo lo que consumimos y cagamos al mismo tiempo y ahora que la moda se ha puesto a la orden del día con poses super perras en reforma, mostrando tetas y culos en cualquier red social para aparentar lo que no se es, ataviados en trajes de Ermenegildo Zegna, con ese aire distraído y distante que nos da por derecho decir cuatro tontadas envueltas en un papel que parece de regalo pero que en realidad es pura mierda.

Así pues, el BDSM se ha llenado de pop, del malo o de Maluma que viene a ser la misma mierda, de usar y tirar, de descargar a mansalva o de enviar un mensaje al 3453 con la palabra AZOTE (espacio) Millenial.

Esta proliferación de nuevo pop y BDSM definitivamente es como sentir que se me cuelga un enanito de los webs.


Sátiro Demencia