viernes, 20 de enero de 2017

50 sombras (2), el cuento de hadas.




Y como todo tiene una segunda parte, porque el fenómeno de las cocinas, embriagadora de amas de casa con bragas humedas tendría que ser la excepción?

Pero antes de hacer una crítica más, y para darle sabor al texto, analicemos lo bueno y malo de esta saga novelera y dicharachera que ha causado tanto revuelo a la comunidad.

Porque escribir sobre esto (dirán) si nos es molesto tan solo recordar la excesiva proliferación de personas con deseos de cumplir sus más “ ocultas fantasías” o la culpable apertura de este mundillo a los ojos de los demás, cuando lo más delicioso era el modo underground en el que nos encontrábamos?

De lo bueno de todo este tan controversial boom mundial, se podría decir que ahora por lo menos ya no somos vistos como parafílicos y/o enfermos sexuales,si acaso pervertidos, intentos de Cristhian dios del BDSM Grey, maltratadores o abusadores,  pero nada que nos haga ver mal, que va!..

De lo malo, y bastante malo a mi parecer, fue el que este estilo de vida se tomará como un lugar para encontrar sexo fácil, la inclusión de personitas de corta edad, buscando un Dom empalagoso, traumado y millonario (ja), la constante censura a nuestra forma de disfrutar sin inhibiciones, la explotación en cuanto a venta de productos con fines sadomaso, los constantes eventos en comunidades que dicho sea de paso, no precisamente para fomentar la cultura sino para obtener un centavo más al bolsillo, el constante acoso a los practicantes, el surgimiento de Dom y sub alfas, dispuestos a ser Tutores de los iniciados (esto me suena más a una cuadrilla de Doma), el jocoso y tan liberal mundillo en el que ya cualquiera con San Google como Mentor, se convierte de la noche a mañana en un erudito experimentado para dar cátedra a quien se le ponga enfrente, pero son tantos y tantos etcétera, que ésto en vez de crítica se convertirá en un tratado de libre comercio.

Y bueno, el tema en sí es hablar sobre las 50 sombras, cierto, gracias a los tráilers que nos regalan para llamar la atención de la audiencia, podemos ver a un señor Grey con un lindo antifaz que me recuerda al del avispón verde en la serie ochentera, donde estaba siempre en compañía de su inseparable, fiel y humilde Kato, ya dije que también Anastasia usará uno?

Espero que en esta entrega nos pueda mostrar algo más que solo la proyección de una caricatura de Disney, no se ustedes, pero me recuerda tanto a La Cenicienta, en fin, en gustos se rompen géneros.

Por fortuna ya tengo mis boletos para la premier y podré llevar a mi sub con collar y cadena al cuello, sin que nadie nos mire como bicho raro, sólo espero no se me confunda con ese tan amado personaje, oh! Ya recuerdo, no tengo un Ferrari, ni helicóptero, no soy guapo ni mucho menos millonario…

Por lo menos espero se me considere para la cuarta parte como extra, de buena fuente me he enterado (Gabriel jaja) que Anastasia será abducida y el buen Cristhian como todo un héroe de película de acción, luchará en el espacio para salvar a su amada.

Sin tanto juego y risa, muchas cosas ha traído esta trilogía a nuestro estilo de vida, que no debería ser tomada en cuenta por no llevar nada de BDSM en sus letras, pero de cierta forma, ha causado estragos en la forma de pensar de muchos practicantes serios, cerrándose a compartir experiencias o consejos para que ese estigma de degenerados que nos tiene por los suelos, no siga creciendo por tanta desinformación obtenida gracias a mencionada trilogía.

En fin, casos, cosas y sucesos.

Ya veremos que tantas cosas buenas y malas llegarán, por el momento y siempre presente a disfrutar de este BDSM honesto, responsable, de respeto a todo tipo de raza, religión y orientación sexual.®

Sátiro Demencia

Abuso o exceso de confianza?




Muchas veces hablamos de lo mal que se ve una sumisa al terminar su relación D/s, el cambio de collar como de bragas, yendo de cama en cama o por mejor decirlo de fusta en fusta.

Pero como mi mente no se puede quedar quieta, y por supuesto mis dedos si no vomitan lo que llevan dentro, no están en paz hasta plasmarlo, hablemos un poco del cambio continuo de sumisas que hace el rol Dominante.

Llevo días pensando y analizando, qué nos diferencia de los cazadores, acosadores o “pseudos” a los que casi quemamos en la hoguera, cuando nos enteramos que agrede textualmente a alguna conocida.

Somos los primeros en dictar una serie de estupideces en contra de esos seres que buscan sexo fácil, de acosar a sumisas inexpertas, de seducir cuando nos damos cuenta que tienen baja autoestima o están en momento difícil después de un doloroso rompimiento, de intentar manipular su mente para obtener el todo de sí, de toda la sarta de mentiras que dicen para poder lograr el control de su alma y cuerpo…

(Donde he visto eso?
Caray, me parece que el nombre del texto debió ser Autoretrato.)

Porque somos efectivos para juzgar a los demás, pero pocas veces nos paramos frente a un espejo y decimos “mierda, pero si somos como dos gotas de agua”

Pero no basta con saberlo, o sí?
Hay alguna forma, tope, regla, protocolo que permita al ser sumiso poder mostrar su inconformidad, o por el hecho de ser un Dominante conocido, con camino recorrido o por miedo a “manchar” su reputación, es que deben guardar silencio?

Desafortunadamente hemos rebasado límites al grado de llegar al abuso de confianza, muy fácil encontramos personajes que ocultos detrás de un monitor, pasan horas tras horas, seduciendo sumisas con la voracidad de una serpiente.

Y claro, no debe ser mal visto o juzgado porque un nick nos da el poder para hacer lo que queramos, creemos que todo eso está bien porque como Dominantes podemos hacer lo que deseemos.

De cierta forma esto de tener contacto con todo tipo de gente en las redes sociales, nos ha convertido en unos auténticos Don Juanes.

La falta de humildad, el ego agrandado, la excesiva autoconfianza y la poca empatía al no ponernos en su zapatos nos lleva al abuso de poder.

En muchas ocasiones he visto críticas para los sesionistas, por su forma tan libre de actuar, de desenvolverse en este estilo de vida, pero pocas veces podemos comprender que jamás juegan o dañan a alguien, tras una o mil mentiras para lograr su placer.

Todo lo contrario del Dominante abusador que ya tiene una relación D/s, donde jura y perjura que es lo que ha esperado por largo tiempo, casi otorgando las perlas de la virgen para firmar sus acuerdos o sellar su compromiso, y en sus momentos de ocio, pasa las horas buscando una nueva víctima.

Existen pocas cosas en las que todo el mundo esté de acuerdo en el BDSM, pero afortunadamente una de ellas es la necesidad de demarcar claramente la diferencia entre una relación BDSM sana y una relación basada en el abuso y la explotación.

“Mucha gente piensa que ser Dominante es sencillo y sin complicaciones, puesto que es el que ordena y le obedecen a ciegas.

Tienden a concluir que son seres con tiranía en su máxima expresión hasta llegar a pensar que muchos sufren de sociopatía, situación lamentable por la proliferación de personajes con malas intenciones y con distorsión de la realidad que se visten de Dominantes para llevar a cabo actos denigrantes y abusivos en contra de la voluntad de la otra persona.

Aún con la mala fama que se ha creado de Dominantes desalmados y despiadados, no todos somos inhumanos.

El ser Dominante no es un rol fácil puesto que implica el doble de responsabilidad, ya que en nuestras manos han sido depositadas la confianza y la voluntad del rol sumiso, quien espera con ansías que su entrega sea valorada por parte nuestra.

A su vez nuestro tiempo, nuestras enseñanzas, adiestrarlos, cuidarlos es una muestra de nuestra entrega al ser sumiso.

También somos personas que tenemos temores, lloramos y sufrimos por engaños, por extorsiones y por malas pasadas por parte de personas que toman el rol de sumiso para hacer de las suyas.”

Tan bonito que se lee, y tan difícil de llevar a cabo.!

Personalmente, no me ha sido nada sencillo, puesto que en el  camino que llevo en el mundo BDSM me he topado con distintas experiencias, tanto dulces como amargas, de disfrute y de sufrir, porque aún manteniendo el autocontrol y la fortaleza, algunos dardos con malas intenciones han logrado que medite si estoy haciendo las cosas tan mal como para hacer un cambio completo en mi comportamiento.

Ser Dominante también implica que no debemos obviar que somos seres humanos con sentimientos, que sí nos afectan situaciones que no llevan buen rumbo y que no somos dioses para creer que somos intocables.

Me parece que ya va siendo tiempo de abrir los ojos y dejar de ser idiotas, comiendonos todo lo que está a nuestro paso hasta atragantarnos.

Para considerarse un buen Amo, pienso que debemos dejar de ver a la sumisa como un par de tetas o un coño húmedo.

Es exquisito Dominar a una mujer,  también es exquisito y delirante tener el Dominio de las decisiones, de las elecciones y la forma de disfrutar de este estilo de vida, pero si seguimos poniéndonos piedras en el camino, llegará el momento en que con esas mismas nos apedreen.®

Sátiro Demencia

Peligros




Los intercambios de poder entre Dominante y sumisa son tremendamente atrayentes para los nuevos y viejos adeptos a la comunidad. No tantos somos los que nos atrevemos a traspasar la frontera del sólo fantasear como es una sesión BDSM a intentar vivirlo.

Independientemente de lo que se vive realmente en una sesión, quiero tocar el tema de los riesgos que se corren al tener poca o nula experiencia en cuanto refiere una práctica BDSM.

Muchas prácticas nos llevan a límites donde el dolor, la excitación del momento, el colocon emocional, nos lleva a pensar que el ser sumiso puede aguantar más o que nuestras acciones como Dominantes no repercutirán de forma negativa en nuestra pareja. Pero, los errores de cálculo existen y nos juegan malas pasadas.

El BDSM no es un juego, se necesita saber de qué se trata, se  necesita hacerse cargo de las propias culpas, se necesita saber que la mayoría de las prácticas podrían ser tildadas de ilegales en un juicio, por lo que hay que tener lo que se requiere en su lugar, y tener confianza con la otra persona, se necesita saber a qué se hace frente, cuando se decide asumir un intercambio de poder de este tipo, y es obligación informarse. No se puede culpar a nadie de la propia torpeza e ignorancia.

Quien quiera vivir emociones fuertes, y no esté dispuesto a esto, mejor súbase a una montaña rusa, tantas veces como le haga falta.

Muchas veces no se practica un BDSM seguro por desconocer los peligros que deben evitarse.

El BDSM es un universo por sí solo. Hay tantas cosas que aprender, que descubrir, que experimentar, pero siempre con la debida noción al realizar una práctica nueva.

Es una pena que todavía haya gente que piense que el hecho de tener una palabra de seguridad le hace menos sumisa o significa que no acaba de confiar en su Dominante. No es una cuestión de confianza, simplemente que no siempre estamos igual, y lo que en un momento es perfectamente soportable, puede no serlo en otro.
Los motivos son miles, no importan, lo que verdaderamente importa es poder frenar una situación en un momento de necesidad.

Si no podemos controlar una situación bajo el efecto de la excitación, menos aún exponer a riesgos innecesarios e imprevisibles a una persona que ya de por sí, está en situaciones límite. 

Hemos de tener en cuenta que es mucho más satisfactoria, para ambas partes, una tortura refinada que un apaleamiento bestial. Por lo tanto es más interesante el ir incrementando gradualmente la intensidad que aplicar directamente estacazos cuyas consecuencias pueden ser nefastas.

Sobra decir lo peligroso que es esto y la tremenda responsabilidad que implica para el Dominante. No es para novatos, y los experimentados por lo general dicen que es una tontería. En realidad él no poder controlarse se presta para demasiados accidentes y no pocas veces las sesiones terminan en el hospital.

En sus sueños y fantasías, todo es posible. Traspasarlo a la realidad, puede ser mucho más complejo. Vaya paso a paso e  incluyendo nuevas situaciones, cuando se sienta verdaderamente preparado para ello. No se enfrente a su compañero diciéndole un esquema exacto de lo que espera.

Es importante que exista una buena comunicación sobre sus fantasías y límites. No menosprecie información importante. Si no le dice a su compañero que es lo que le gusta,que le causa demasiado dolor o hasta donde se siente en riesgo ¿como va a saberlo?

La persona que ejerce como sumisa, entrega gradualmente su voluntad a la de su Dominante; para ello han de establecerse comunicación (el sumiso ha de abrirse a la hora de expresar sus ideas y sensaciones ante las situaciones que surgen) y confianza, necesarios para aproximarse a la entrega total.

Es decir, que mientras que el Dominante puede entregar cosas al sumiso, el sumiso se entrega al Dominante. No ha de esperar recompensas, aunque vaya a obtenerlas, su determinación ha de venir de esta entrega, aunque la gratificación bien administrada por parte del Dominante sea un ingrediente esencial a la hora de que el sumiso pueda seguir superando sus límites para entregarse por completo. 

Al igual que la figura del Dominante puede tener peligros por su aproximación psicológica, sucede con el sumiso, así es por ejemplo cuando hay un afán autodestructivo, en la intención de cargar al Dominante con los problemas propios, el intentar dejar de ser "yo" a través de la experiencia. Se considera un error y problema, cuando esta intención se hace explícita y busca por tanto el sumiso un objetivo intentando "dominar desde abajo" -- y tanto respecto a la autodestrucción como en cuanto a la búsqueda del interés propio del sumiso.

Con la vulnerabilidad física y emocional viene un riesgo mayor. Arriesgamos que nuestros cuerpos sean dañados, ser marginados, y tener nuestro corazón roto de extrañas formas que no estamos preparados para manejar. 

Se debe tener muy en claro que es lo que se busca, y qué grado de compromiso está dispuesto a dar y a aceptar,

Temas tan populares como el bondage, el spanking, las pinzas, canes, fustas, tienen una cara poco amable. Con ciertas precauciones podremos evitar que nuestra actuación deje secuelas indeseadas.

Es verdad que existen riesgos, que se deben tomar ciertos  cuidados, pero ¡ojo!, porque peligros hay en todas partes y en cualquier tipo de relación, así que tampoco nos pongamos paranoicos porque si abandonamos nuestra búsqueda  de nuestros deseos más intensos y profundos, también estamos muriendo un poco.

Es muy importante dejar asentado que estas prácticas no son para todo el mundo. La necesidad de que se lleven a cabo responsablemente y en un contexto seguro, quienes lo dudan deberían tener en cuenta, la obligatoriedad de conocer lo que implican estas prácticas, medir los riesgos y, por supuesto, prevenirlos.

En sesión se vale todo, siempre y cuando sea de forma consensuada, y más en este caso. La prevención de los peligros, unida al conocimiento absoluto de lo que se va a hacer, es indispensable para quienes se deslizan por estos caminos.

Prepárese para emociones fuertes y reacciones desconocidas pero no deje que esto le aleje de disfrutar de la diversión, de la entrega y de las bellas sensaciones que se experimentan en el intercambio de poder.

No se sobrevalore, no es lo mismo recibir cien latigazos en sus sueños que recibir diez en directo. Nunca prometa cosas que no estás seguro si podrá cumplirlas. Y nunca piense; Yo puedo hacer esto o lo otro, sin asegurarse de que así es.

De trivial no tiene nada, así que no se meta en esto si no sabe y mucho menos arrastre a su pareja, puede sin querer, acabar lacerándola, asfixiándola, lastimandola y hasta matándola.

En la cama, y frente al erotismo, la imaginación no tiene límites. La vida sí.®


Sátiro Demencia

Maltrato o BDSM?




A veces descartamos demasiado rápido la posible relación entre maltrato y BDSM. Es comprensible, porque estamos hasta las narices del estigma. Pero la comunidad BDSM no es perfecta: en ella hay abusos, machismo y gente tóxica, como en todas partes. 

Dado que el BDSM está de moda, temo también que empiecen a aparecer maltratadores que lo usen de excusa. Así que será mejor que le dediquemos a este tema una atención más profunda, que salgamos del “si es maltrato no es BDSM” y que comencemos a buscar herramientas para combatir la toxicidad dentro del mundillo.

Si no hay consenso no es BDSM, es cierto, pero también es insuficiente. Y ya no solo por todo lo que hay que luchar dentro de la comunidad, sino de cara a la gente fuera del mismo, que igual se cree que 50 sombras de Grey es la realidad del BDSM cuando realmente muestra lo peor de las relaciones humanas disfrazadas de relaciones avainilladas.

Para identificar una situación de maltrato no es tan importante lo que hace el supuesto agresor como lo que siente la supuesta víctima. Si la supuesta víctima está feliz y vive sin miedo, entonces no es tal víctima. Por el contrario, si está tiene miedo de estar a solas con él maltratador, si tiene miedo de oír la llave en la cerradura, o se pone nerviosa cada vez que se habla del tema, definitivamente está en una relación tóxica.

Una relación BDSMera es consensuada; una relación de maltrato, no. En BDSM ambas partes aceptan realizar algunas prácticas porque les gusta y les excita. Hay límites, hay diálogo, hay negociación y hay formas de parar a tiempo, cosas que nunca admite un maltratador. Hay incluso protocolos, como el SSC o el RACSA, que pretenden servir de guía para diferenciar una relación sana de una tóxica.

En toda relación de maltrato, lo primero que hace el maltratador es hundirle la autoestima a la víctima. Antes de que caiga el primer golpe, o incluso en casos donde nunca cae ninguno, la víctima está emocionalmente enganchada a su maltratador y llega a pensar que se merece lo que le está pasando.

También puede autoengañarse y, para no reconocerse como víctima, creer que está de acuerdo con una situación que en realidad la está destrozando.

En una sesión de BDSM se pueden generar muchas emociones, y una de ellas es el miedo. Una pareja puede perfectamente jugar a que la parte "top" asusta a la parte "bottom", por ejemplo exhibiendo armas u objetos punzantes, amenazando, negándose a tranquilizar a la otra parte, etc.

Y ese miedo es correcto y adecuado, porque termina cuando la pareja deja de jugar y luego hay un rato de cuidados (aftercare) para volver a la realidad. Si la sesión ha salido bien, las dos partes están deseando repetir.

Por el contrario, cuando alguien sufre maltrato, no tiene esa clase de miedo.

Es un miedo real, no fingido, porque siente que procede de circunstancias que no ha pactado y sobre las que no tiene control. Pongamos el ejemplo de una persona que sufre bullying: lo común es que quiera alejarse de sus amigos, no volver a verlos. Si habla de sus experiencias con otras personas no lo hace con cara de felicidad y no insinúa que le resultan gratas. Al contrario, lo más probable es que primero oculte lo que pasa y que luego se aleje por completo de ellos.

En éste punto, la diferencia entre consenso y maltrato ya se identifica, al menos desde la perspectiva correcta. 

En una sesión de BDSM, al igual que en una peli de miedo, puede parar cuando quiera. Sabe que no es real, que el asesino en serie de la pantalla (o que la persona que le está Dominando) no le va a hacer ningún daño. Tiene el control, y eso hace que no sea miedo de verdad, sino solamente un cosquilleo agradable con el que se puede disfrutar. 

En definitiva, la diferencia entre el miedo que puede sentir alguien en una sesión BDSMera consensuada y el miedo que siente alguien que sufre maltrato es la diferencia entre el juego y la realidad.

Por fortuna no he conocido en persona a gente de la comunidad que esté en un maltrato encubierto, he visto gente que lo disfruta, que fuera del juego son amigos o incluso pareja y todo es sano, hay un aftercare después que ayuda no solo a sentirse mejor, sino a reforzar los lazos.

En conclusión: Si tiene miedo de sufrir a manos de un maltratador o de que algun amigx suyx que practica BDSM esté siendo maltratadx, no pregunte por las prácticas que realiza con su pareja. Éstas son irrelevantes o, como mucho, sirven como corroboración secundaria. Indague sobre sus sentimientos. Mire cómo habla de sus sesiones, qué cara pone cuando las describe: ¿es entusiasmo o es miedo? Pregunte por el respeto a los límites o por la forma de negociar: no se quede en sus valoraciones, trate de ir a los hechos que hay detrás. Busque otros indicadores diferentes a la mera afirmación de que todo va bien.

No permanezca al lado del maltratador y ayude a sus conocidxs informando de sus hallazgos o vivencias para erradicar por completo estas relaciones tóxicas.

Hay mucho que hacer, sí. Lo importante es darse cuenta y seguir luchando.®

Sátiro Demencia


miércoles, 4 de enero de 2017

Identidad


Que es la identidad?

La identidad es aquello que nos diferencia del resto, la identidad sirve para definirnos claramente sin tener que dar muchas explicaciones, cuando uno dice su profesión o su edad por ejemplo.

Identidad es la respuesta a las preguntas quién soy, qué soy, de dónde vengo, hacia dónde voy. Pero el  concepto de identidad apunta también  a qué quiero ser. 

La identidad depende del autoconocimiento: ¿quién soy, qué soy, de dónde vengo?; de la autoestima: ¿me quiero mucho, poquito o nada?; y de la autoeficacia: ¿sé gestionar hacia dónde voy, quiero ser y evaluar cómo van los resultados?

El ojo interno de la mente crea la identidad con la información que proviene de la experiencia en un proceso que dura toda la vida. “Conócete a ti mismo y conocerás el Universo”, la mente refuerza la identidad interconectando experiencia, vocación y filosofía de vida.

Para afirmar la identidad la educación debe sacar de adentro el potencial que traemos al nacer. El cerebro es una página en blanco a completar con  el saber y la experiencia, que construye su realidad con las limitaciones de su sistema perceptivo.

Descubrimos que pese a los años somos los mismos. Iguales, pero distintos a los demás. La libertad es la capacidad de seleccionar actos conscientes. Pero si mi racionalidad es limitada, cualquier observador puede ver otra realidad. Al elegir la identidad sobre la diferencia, admitimos el pluralismo y el principio de relatividad.

Construir identidad consume energías hasta que al final se convierten en el logro. Caer en la falsa identidad es fácil: asumir como propios planes ajenos, eludir el compromiso, como una hoja arrastrada por el viento o cambiar de colores según la ocasión, como el camaleón, diferir la resolución de la crisis produce parálisis por exceso de análisis.

La identidad empieza en la infancia, y  se afirma  en la adolescencia con crisis y compromisos. La crisis termina con la selección de la identidad. El compromiso es involucrarse en actividades compatibles con la elección. 

No conviene volverse adicto a la novedad por sí misma y a la respuesta rápida y superficial. No se logra una identidad fuerte sin cierta estabilidad.

Para que la identidad no sea un sueño y evitar que ocurra lo que dijo Rousseau: el hombre nace libre y sin embargo  por todas partes se lo encuentra encadenado, hay que adquirir una metodología que enseñe a desarrollar el potencial, a conocer y usar la totalidad de los recursos naturales, a dominar los mejores métodos, a elegir los mejores proyectos y modelos,  a convertirnos en  arquitectos diseñadores de nuestro propio destino.

La situación actual requiere que reinventemos nuestra identidad  reinventando nuestras relaciones pensando, diciendo  y haciendo para que  los demás compartan este cambio. El ciberespacio, mundo paralelo a la realidad cotidiana, abre  perspectivas para inventar identidad.

El riesgo es que encontremos personajes sin identidad, que sean manipuladores y egoístas.

Si no se resuelve bien la crisis de identidad se puede aceptar una identidad creada por los padres, los amigos, o la autoridad. La falsa identidad  pone en contradicción actos, pensamientos y emociones, elimina la pasión y rebaja la autoestima.

Esas son personas tóxicas o dañinas que encuentran en el BDSM justificación a sus actos de despotismo, maltrato físico y psíquico. Sin embargo en el BDSM existe una separación que marca la limitación de la entrega voluntaria con la vida cotidiana, por supuesto también limita o imposibilita este maltrato y la anulación de la pareja.

Si bien muchos psicólogos señalan que debe haber un Dominante  y un dominado en la relación para que funcione.

¿Quién domina a quién?
Nadie sabe para quién trabaja, y los psicólogos dicen que funciona siempre y cuando haya uno de cada tipo en la relación. Si el hombre es el dominado, según ellos es lo habitual y lo que se ve en parejas de larga duración. Por otro lado, si ella es la dominada las cosas jamás funcionan.

Dos dominantes son un estira y afloja constante, sin afloje. Y dos dominados no se deciden jamás, simplemente no funciona.

•Dentro del BDSM, la identidad es fundamental, nos dice en qué rol nos encontramos.

El Rol es un papel social. Las personas actuamos en diferentes frentes de la vida y adoptamos conductas diferentes en función de dónde y con quién estamos. El rol es algo funcional y puede ser cambiado sin entrar en contradicción.

Durante el descubrimiento de nuestro rol pasamos por varias fases, en las que experimentamos sentimientos a los que no sabemos darle nombre. Investigando, y con la experiencia de otros nos marcamos como sumisas, Dominantes o switchs.

Se identifican genéricamente dos roles o papeles: Dominantes y sumisas, ambos disfrutan de someter y ser sometido, llevando la iniciativa y el control, o bien siendo controlado. Sin embargo hay personas que les gusta ambos roles, dependiendo del momento o la persona con la que actúa; Se denomina switch.

•Identidad Dominante

Es aquella persona que es capaz de ejercer poder sobre alguien o sobre algo, se le denomina popularmente como Dominante.

La palabra Dominante implica a aquello que sobresale o prevalece sobre el resto, en BDSM se llama Dominante al integrante que desempeña el rol activo.

Generalmente, quien se desempeña como Dominante en cualquier ámbito o nivel lo es porque tiene de su parte un poder que le permite justamente ejercer efectivamente el control sobre lo que realizan otras personas.

Sin embargo no tiene nada que ver con el sexismo ni con los malos tratos machistas que tanto menciona el feminismo.

Las personas Dominantes son aquellas que tienen iniciativa en la acción y tienden a imponer sus ideas en los demás por diferentes caminos que van desde la sugerencia, la incitación, la convicción o la imposición, en función de su grado de Dominancia y de equilibrio emocional.

En la forma que yo lo uso, identidad propia, identidad como Dominante, es un sinónimo de autoestima, de valoración , de confianza en uno mismo, de una personalidad bien definida.


•Identidad sumisa

La sumisión puede definirse como un cúmulo de comportamientos, costumbres y prácticas sexuales donde una persona accede que otro individuo pueda ejercer poder y Dominio sobre este, dentro de un contexto sexual o más genérico, limitado o indefinido en el tiempo.

En algunos casos la persona puede sentir placer o disfrute erótico por el hecho de ser Dominada o Dominante.

La escala de valores de estas mujeres estará sujeta al comportamiento y forma de ser de su pareja. Se ha dado el caso de hombres canallas, abusivos y maltratadores de su pareja, donde la mujer, “obnubilada”, lo consideraba más bien como un “gran hombre”, que si actuaba así era para protegerla, o “demostrar su amor”.

Las exigencias de belleza, cuidado del cuerpo, moda, se atienen al parecer físico, dificultando  establecer vínculos satisfactorios y plenos.

Las personas sumisas son aquellas que se sienten tímidas y apocadas en mayor o menor medida ante los demás y suelen aceptar la dirección de otros frente a la acción.

Si nos centramos en las personalidades sumisas nos daremos cuenta que están siempre en busca de su identidad,de su liberación en una forma lúdica y constructiva.

Naturalmente, para mucha gente el hecho de ser sumisa significa que no se está en la posición de tomar decisiones. Sin embargo, la identidad propia es muy importante a la hora de que una sumisa se forje su personalidad.

•La realidad es que la pareja D/s con identidad se rige por los mismos planteamientos que una pareja normal, deben aceptarse, respetarse y aprender a convivir. Poder resolver sus conflictos civilizadamente, gestionar las dificultades de la vida cotidiana y sobre todo tolerar los defectos y manías del otro.

Todas aquellas relaciones que se enmarcan en este nivel comparten un elemento en común, que es que los participantes construyen de manera voluntaria y partiendo de una situación de consenso relaciones con acentuados traspasos de poderes, en las cuales hay una parte que ejerce el rol Dominante o activo y otra que desempeña una actitud pasiva o sumisa.

Esto viene marcado por los límites pactados entre la parte Dominante y sumisa. Ciertamente es la persona sumisa quien más tiene que perder a nivel físico y emocional, por eso la parte sumisa es quien impone esas limitaciones que la parte Dominante debe aceptar.

Prevea los malentendidos y otros abusos de confianza
Asegúrese de que hay una conversación honesta por ambas partes antes de que se caiga la primera pieza de ropa ya que así se evitarán errores.

Al saber sus límites y necesidades no habrá abuso de confianza.

Definir claramente los límites (incluso si son probados) le ofrece una forma de crear un vínculo de confianza. Si entiende y respeta sus límites, la confianza será mayor. Si define claramente los términos de la relación, se incrementará aún más dicha confianza.

Practicar el BDSM requiere introspección y hace que la persona reflexione sobre sí misma y se plantee cuáles son sus límites, puede ayudar a enfrentarse y experimentar sus más ocultas fantasías.

•De lo que estoy hablando es de un sentido de identidad. Todo está en su sitio y está hecho a su hora.

Es muy importante tener una identidad definida, una identidad definida de manera general y para que sirva de guia.

Un código de honor, con esto hago referencia a todos esos valores que le hacen ver como una persona de valor. por ejemplo, ser sincero, honrado, responsable en determinadas situaciones.
Una confianza y autoestima alta.
Ser consecuente con lo que se dice y se hace. Respetar los ideales ajenos y estar seguro en lo que se cree.

Con todo esto lo que quiero es que se identifique en qué punto está y se cuestione : tengo mi personalidad basada en que? ¿tengo gustos propios o sigo modas? ¿busco aceptación de los demás ?

Porque son muchas las preguntas que puede hacerse; Yo personalmente le aconsejo que haga una lista sobre sus características y fuertes en los diferentes planos. 

Sentirse bien con su identidad puede ser muy relativo, hay muchos factores que pueden influenciar en su estado de ánimo, un factor importante es el manejo de las emociones, por supuesto requiere paciencia, resolución y determinación. Pero si logra una identidad bien definida, a la larga  llevará a unas experiencias más enriquecedoras por ambas partes.

Satiro Demencia

BDSM Romatico





Hace tiempo que vengo pensando, pero nunca se me ocurrió ponerlo por escrito, hace un rato estaba pensando de nuevo en ello.

Existen en internet miles de webs dedicadas al BDSM, algunas serías, normales, del montón, sin más. Otras tienen una curiosa particularidad: nos muestran un BDSM perfecto, romantico y hasta agradable. Pocas, casi ninguna, cuentan los problemas reales que puede haber en una relación BDSM.

No se, cada quien tiene su idea sobre estas cosas y me parece bien y respetable. Me hacen gracia esas páginas en donde todo es perfecto, no hay fallo, todo es esplendido y estupendo, el Dominante es maravilloso y supermegaprotector, el sub supermegamaxientregadx y todo rodeado de florecitas entre grilletes, rosas entre látigos y la parafernalia ad hoc a los sentimientos.

Todo esto no sería mayor problema si entre lxs practicantes y aficionadxs al BDSM se dieran cuenta que muchos de los titulares de este tipo de webs no saben o no piensan que su web puede leerla todo el mundo y con ello llenar de poca información, puede haber sumisxs (más dificil que haya Amxs o futuros Amxs que lo crean), que llevados por esa idea romanticoide lleguen a pensar que es maravilloso el BDSM y que los latigazos y azotes no duelen y que cuando el cuero roza su piel en dulces caricias, pues no, duelen, y duelen en serio.

Otrxs creeran que su Amx es, o tiene que ser, superprotector.

Empecemos por el principio, hasta ahora no conocí a ningunx que fuese Superman y si no es Superman no hay superprotección, el Amx es un mortal más, con sus defectos y virtudes y te protegerá, mi querida sumisx si puede, cuando puede y como puede.

Si llega a ser tu pareja estable serás como cualquier pareja normal, con todos, absolutamente todos sus problemas, pero además, a ti de cuando en cuando te azotarán, te humillaran, sufrirás celos y todo ello te dolerá, y a lo mejor no eres tan sumisx como pensabas.

Tenemos también el idilico sueño del sub entregadx a todo, capaz de todo, que además presume de ello, en la mayor parte de los casos sus limites están muy bajos, excesivamente bajos para presumir de tal cosa, limites que suelen disimular con un "no es que yo no quiera, pero no puedo soportarlo, se me hace imposible..." o un "me encantaría pero me da nauseas...", pero eso si, presumen de gran habilidad en otras cosas.

Estamos todxs de acuerdo que un sub que se entrega a su Amx lo hace por Devoción y Amor. Pero no nos olvidemos que ese Amor también lo debería sentir y transmitir sin ningún temor la parte Dominante.

Cuando hay Amor, léase Amor como un profundo deseo de sentir y hacer sentir, una relación D/s se transforma en una entrega elevada a su máximo grado. Cuando no hay Amor cualquier encuentro de cualquier tendencia dentro del BDSM no es más que un juego donde la comunicación y la confianza son de suma importancia.

Y creo que una de las bases más sólidas para cualquier relación es la sinceridad y la confianza. Y esta última no se construye a base de mentiras.

Otro punto a analizar es que el BDSM también es aplicable a nivel carnal, o en otras palabras, relaciones de una sola noche o una aventura.

Por este lado no pasan tanto los sentimientos sino el placer sexual y ese tipo de relaciones son mucho más fáciles de llevar.

Si hay D/s sin Amor ¿Cómo puede un  sub entregarse totalmente, sabiendo perfectamente que aquella persona no estará disponible cuando más lo necesite?
Hay D/s con y sin Amor. Un sub puede entregarse a su Amx para satisfacer su necesidad de entrega.

Cómo puede un sub entregarse en la mayoría de los casos a un Amx que miente?
Por que algunos tienen mas facilidad para aceptar la mentira y otros prefieren no saber que se les miente.

La mentira es un mal del que no se escapa nadie, algunxs son enfermxs, mentirosxs o embusterxs y otrxs detrás de una mentira esconden una realidad no resuelta.

Alguna vez leí que hay una mentira oficiosa: La que se dice con el fin de servir, agradar o no lastimar a alguien. Y la mentira perniciosa: La que se dice con el propósito de perjudicar a alguien.

Uno sabrá con que mentiras puede lidiar.

El sub que acepte esta situación ¿no será al fin y al cabo solo un mero juguete de su Amx?

Pregunto, si el sub acepta:
No será el Amx al fin y al cabo un mero juguete del sub?

No serán algunxs sub lo suficientemente inteligentes para saber lo que quieren y distinguir entre Amor y juego?

Y que tal les va a estas relaciones tóxicas?

Seguramente mal, como en cualquier relación, tal vez mas, tal vez menos dependiendo de la intensidad de la relación.

En muchos lugares veo las nuevas relaciones a tan sólo días de declararlo abiertamente, ya se hablan tan cariñosamente que endulzan mi vista y contagian su Amor por doquiera que pasen.

Pero es una relación más de mentiras y engaños o de verdad existirá ese sentimiento que una la D/s en un círculo de amor y confianza?

Sé que muchos discreparán sobre ello. Según mi manera de entender el BDSM, no existe verdadera entrega mutua si no hay Amor. Insisto: entrega mutua!

Gracias desgraciadamente a todo ese tipo de web que nos muestra el BDSM romántico, de caricias disfrazadas en mentiras, es que sucede todo este tipo de líos romanticoides.

Cada uno elije lo que le hace bien, si tiene limitaciones pues tal vez le gusta porque igualmente le hace bien mas allá de las limitaciones. Y si puede canalizar todas sus necesidades y deseos a través de una sola relación y lo colma como para que sea única, sea D/s o no, pues seguramente es porque también le hace muy bien que sea así .

Creo yo que la entrega existe, pero con una diferencia cualitativa en el vínculo. Va a existir una relación entre el sub y el Dominante pero en otro nivel, si de verdad hay una relación y no algo meramente sexual.

El BDSM es un espacio de juego, de exploración y de placer, y por ello tiene que ser un espacio de libertad y confianza. Para ello debemos mantenerlo seguro y libre de mentiras. Si no lo conseguimos, hemos fracasado como comunidad.

Porque creo firmemente que la desinformación y pensar que el BDSM es un mundo de rosas y el amor será lo que hara fluir la relación sólo lleva a consecuencias graves y sueños guajiros.®

Sátiro Demencia