En
cualquier relación entre dos o más personas las mentes juegan un
importante
papel.
Esto es especialmente notorio en una relación de D/s, en la que una
mente
trata
de imponerse a otra(s), en la Dominación, está (conscientemente o
no)
imponiendo
su voluntad sobre la psicología, el uso de la psicología es por
tanto
la
principal herramienta de Dominación.
El
Dominante experimenta el placer que le proporciona el tener el
control sobre
la
situación y sobre la vida del sub, sabe que un gesto suyo o una
palabra van a
tener
efecto sobre la otra persona y así controla ese efecto a su voluntad,
el
placer
del Dominante es el placer de un niño que ve que puede someter al
mundo a su
voluntad
y que las cosas, las personas, obedecen, esto hace que la mayoría de
Dominantes
conscientes de la situación quieran preservarla, ya que se sienten a
gusto
en
ella.
Sin
embargo hay otros Dominantes a quienes no agrada la situación y
desean
dejar
de ejercer control y Dominación sobre la otra persona.
Se
llegan a dar casos en los que el Dominante sufre al Dominar, es
contrario a esa
práctica,
no quiere verse sometido a ella y tampoco quiere someter a otros, en
este caso
el
Dominante sufre dolor por la relación en la que él Domina, por
último hay veces en
las
que el Dominante no es consciente de lo que está haciendo, quizás
experimente un
pequeño
placer por la situación pero no se da cuenta de que realmente está
negando a la
otra
persona, podríamos calificar estos casos como abusos de poder, el
Dominante abusa
del
poder que le otorga el poder de Dominación, pero no es consciente de
ello (al
menos
no en un grado alto).
Hemos
visto pues que el Dominante puede ser consciente o no de la
situación
y en el caso de ser consciente quererla preservar o no, respecto al
sub
podemos
hacer la misma clasificación, puede ser consciente o no y querer
romper o no
la
Dominación, el sub disfruta por la Dominación, está siendo negado
como individuo,
no
existe, no es, su voluntad es suplantada o doblegada por la del
Dominante.
Normalmente
el sub es consciente en mayor o menor grado de su posición.
La
relación D/s como vemos se desarrolla en el terreno de la
psicología,
la psicología no es buena ni mala, pero al servicio de la
Dominación
es la herramienta más efectiva que se conoce.
No
es necesario someter el cuerpo del sub porque ya se ha sometido
su
mente y el cuerpo la ha de obedecer, por tanto el control sobre los
cuerpos queda
garantizado
por el control sobre las mentes, cualquier acción corporal
consciente ha de
ser
antes una acción mental.
La
Dominación se torna más intensa porque se hace palpable en el
cuerpo del
sub
además de en su mente, cada cual se reconoce a sí mismo como único,
irrepetible
e irreemplazable y reconoce así mismo al otro.
Cuando
ambos se relacionan no se niegan, esto es
no
se pelean por el espacio y el protagonismo en la relación, sino que
cada uno abre su
propio
espacio y su propio yo y entre ambos tratan de conducirse a terrenos
donde
ambos
estén a gusto y puedan expresarse con soltura.
El
placer no solo proviene de la Dominación, sino de la integración de
ambos
que
se relacionan y se enriquecen si cada uno por separado disfruta y es
capaz
de pensar y de crear belleza, juntos lo hacen aún en mayor medida.
Por
tanto la alternativa a una relación de Dominación es la
integración, relación
en
la que los participantes no tratan de imponerse uno sobre otro, sino
que cada uno cede
parte
de su yo y disfruta con el resultado producido al integrarse en un
solo ser.
Se
puede decir entonces que la relación entre Dominante y sub es su
asunto y que
las
personas del entorno no han de inmiscuirse, la relación entre dos
es cosa de dos
y
nada mas, es a ellos a quien compete elegir la senda para la misma.
Se
podría decir que la Dominación no es mala sin no consensuada
porque
ambos están de acuerdo y hay que respetar su voluntad.
¿En
que ayuda esta Dominación e integración dentro de la relación D/s?
Libera
al sub de todos los prejuicios y tabúes que la sociedad nos ha
impuesto,
de los valores de falsa modalidad (mas inspirados en la hipocresía que en un
verdadero concepto de moralidad), libera para
asumir responsablemente la conducción
de nuestra propia sexualidad,
deja de lado prohibiciones y ese concepto de lo bueno
y lo malo, y
por sobre todo ese concepto de culpa, ese concepto de pecado que
debemos reprimir para no ser considerados enfermos.
Porque
al Dominar a otro, al asumir esa inmensa responsabilidad,
cada
vez que imponemos lo que pensamos o las obligamos a realizar
las
cosas a nuestro modo, nos integramos dentro de la relación D/s.
¿Pero
como se logra el vinculo para una sana relación D/s?
Bajo
el yugo del adiestramiento y adopción de una serie de conductas
puede cambiar las actitudes de una persona bajo su conocimiento y
voluntad,
inculcando los hábitos de conducta, rituales de
tratamiento y prácticas que desea
ver en adelante y en la clara
explicación de cómo han de ser llevados a cabo para
su plena
satisfacción, desde el control físico preparación, entrenamiento,
adecuación,
seguridad mental, sentimientos, sensaciones,
comprensión, crecimiento mutuo,
fomentar y dirigir los deseos de
sumisión de forma segura, hacerlos posibles
y más compatibles a los
del Dominante.
El
adiestramiento es la fase de aprendizaje, esencialmente para el sub,
pero también para el Dominante, que a través de los días, y las
conversaciones,
y por algunas indicaciones sencillas aprende a
conocer los gustos, necesidades,
tiempos y formas de reacción.
El
cambio de conductas en el sub para beneficio de la relación o para
el placer
propio del Dominante, el adiestramiento ha de dotar, tanto
al sub como al Dominante
de un espacio seguro en que la práctica de
BDSM sea satisfactoria para ambos.
Al
ser BDSM un camino sin fin, y por el que se ha de transitar con la
mente abierta
a nuevas enseñanzas, pero con una cierta seguridad, el
tiempo que se dedique
al correcto adiestramiento nunca será tiempo
perdido, con la adecuada técnica de
control mental, el Dominante
puede lograr cambios en la mente del sub, por lo cual
y no menos
importante, debe estar consiente que es un arma de doble filo, que
debe
ser utilizada a consciencia por la persona que la ejerce pues ya
que si es usado por
personas inadecuadas podrían hacer daños
irreparables a la mente del sub.
Es
de suma importancia la constante
comunicación.
La
comunicación durante el sexo, ya sean prácticas BDSM o no, es muy
importante
ya que permite que haya un mayor entendimiento durante el
tiempo de integración y
esto puede derivar en mayor seguridad y una
mejor experiencia sexual, debe haber
una expresión explícita y
específica en cuanto al deseo de realizar la entrega y control,
a su
vez, durante cualquier práctica, el consentimiento puede ser
retirado en cualquier
momento, sin necesidad de que esto conlleve al
abuso de poder.
No
es fácil distinguir el abuso, lavado de cerebro, modificación de
conducta y acciones
afines y separarlas de lo que llamaríamos,
adiestramiento, interacción mental, auto
conocimiento asistido, técnicas de control mental (todas estas consensuadas).
Hay técnicas de control mental que pueden ser usadas intencionalmente o
no,
que logran un condicionamiento mental , donde la voluntad es
suprimida y se logra
una dependencia así como una relación de poder
cerrada.
Es
necesario aclarar que no siempre funcionan con todo el mundo, ni le
funcionan a todos,
no hay una palabra mágica que doblegue la voluntad
del otro, sino mas bien es un juego
donde se mezclan el conocer las
debilidades del otro y usarlas en provecho de uno,
bajo cierta dosis
de seducción y persistencia.
Lo
que llamaríamos fríamente lavado de cerebro, de ningún modo podemos
llamarlo
Dominación ligada al BDSM, ya que en este ultimo se trata de
un juego donde es
necesario que exista confianza y complicidad, somos consciente de con quien hablamos,
nadie es obligado a escuchar o leer
a quien no quiere y no le afectara lo que diga nadie
en quien no confía, se entiende que una personalidad magnética esta ligada con
crear
este lazo que abre el puente y el paso a seguir es la confianza
, es la entrada a la voluntad
del otro.
Desde
mi punto de vista, la técnica de Dominación mental es parte del BDSM
aunque no muy entendida por la mayoría, sin embargo es muy difícil lograrla y mas aun
es difícil entender los limites, esta que ambas
partes sean conscientes de hasta donde
se llega y hasta donde se da de
si. No creo que a alguien le agrade tener a un zombi
que no piense y
haga todo lo que uno quiera sin ninguna clase de iniciativa, seria
algo
absolutamente tedioso y aburrido, buscamos hacerlo a quienes son conscientes de ello.
Ahora
que el Dominante tiene por objetivo llevar a su sub al máximo nivel
de entrega,
hacer que el sub entregue absolutamente su voluntad, una anulación total de la personalidad,
pero bajo una entrega de
confianza y de respeto, el se desprende de lo que es y deja todo
en
manos del Dominante, hay que tomar en su contexto ciertas ideas que
se van dando
para hacer ese cambio de personalidad y no tomarlo de
manera literal, lo hace básicamente
para ir fundamentando su entrega
porque desea pertenecer a esa persona de manera absoluta.
El
consentimiento y la obediencia se asumen siempre, la comunicación,
la comprensión mutua
y la confianza llegan hasta el punto de que son
parte de su vida, el Dominante forzará
los límites para ampliar la
obediencia, esto significa que está dispuesto a ser moldeado
para
satisfacer las necesidades y servir.
Habrá
casos en los que el sub tenga la opción de romper el vínculo.
La
finalidad de la integración en la relación D/s es hacer que el sub
vaya escalando
los diferentes niveles de sumisión, las diferentes
etapas que conllevan el entrenamiento,
hay varias opiniones y también existen variadas etapas de la formación, en estos
procesos
que definitivamente van a cambiar la actitud del sub, van a modificar
todos
sus hábitos y van a provocar un cambio absoluto en su vida,
cambiara su personalidad,
su percepción, no solo en el aspecto
sexual sino también en el físico, psicológico y social.
Una
personalidad sub no es una personalidad débil, por el contrario sabe
definirse bien
y sabe adaptarse a los cambios y necesidades de las
diferentes etapas de su formación
durante el proceso de entrenamiento
y tiene todo el derecho de no aceptar lo que no es
sano o seguro para
ella, hay que saber que ser sub no quiere decir que se le anula su
c
apacidad de entendimiento y de rechazar aquello que no crea le sirva
para su formación.
El
sub
da su sumisión de una manera limitada, por un período definido de
tiempo
o de lugar y bajo ciertas condiciones, tiene una lista de
condiciones, de reglas, y
de límites que el Dominante ha de convenir
respetar antes de una sesión o una relación.
¿Esto
se puede considerar abuso?
Probablemente
si; pero tampoco olvidemos que para que exista un abusador,
debe
existir alguien dispuesto a ser abusado. La sumisión no implica la
pérdida
total del control, sino la cesión de una parte de ese
control a alguien que se valora
como capaz de hacerse cargo del
mismo.
Aquí no juega solamente la confianza, sino el criterio
y el sentido común; cosas que,
no deben faltar en ninguna de las
personas involucradas en una relación D/s.
No nos olvidemos
que se trata de una relación humana y como tal, se ve afectada
por
todos los factores que hacen a la condición humana, incluidas sus
falencias y
miserias. El error, la equivocación, la desmesura, la
imprudencia, la distracción, o el
descuido, pueden hacerse presente
en cualquiera, no importa su rol y no siempre,
necesariamente, por
falta de condiciones o por mal ejercicio del mismo.
Y
aquí es donde, sea quien sea, debe advertir que algo está fuera de
su cauce.
Pero también existen otros terrenos pantanosos,
camuflados con las palabras
aprendizaje, crecimiento, superación y
entrega. Palabras interesantes y estimulantes,
que presuponen un
enriquecimiento de la relación y un afianzamiento en el vínculo,
pero pueden esconder deterioros emocionales y vacíos de la
personalidad, que terminan
transformándolas en actitudes de
riesgo.
Hay un hilo muy delgado que separa la búsqueda del
placer a través de la superación
de límites y la búsqueda del
placer por sobrepasar los límites, en esto, muy a mi pesar,
debo
admitir que estadísticamente, hay una marcada tendencia de
Dominantes a creer
que sus capacidades se ven realzadas por el simple
hecho de correr esos límites, sin
medir el alcance real, ni las
consecuencias. Como también la existe en algunos sub,
al considerar
que esto valoriza su condición y hace más profunda su entrega.
La
regla primaria de una relación D/s, establece que alguien guía y
alguien se deja guiar,
pero es responsabilidad de ambos la elección
del mejor camino para transitar. El famoso
dogma, de tintes
eclesiásticos, que establece que la purificación solo se logra a
través
del sufrimiento, no forma parte de las bases filosóficas del
BDSM. Una relación D/s
no se debe sufrir, sino gozar. Que puedan
existir elementos de carácter conductista,
como premios y castigos,
forma parte del formalismo protocolar de la práctica y
siempre y
cuando, todos los involucrados consideren que su aplicación cumple
una
función enriquecedora.
Todo aquello que a la postre, no
se pueda traducir en placer, sin duda se transforma en
un abuso. Pero
no solo se trata de un abuso físico o emocional; sino de un abuso
del
método. Aunque
desde fuera parezca lo contrario, ambos tienen el mismo poder sobre
lo que está ocurriendo.
En conclusión si tiene como finalidad el proceso de la formación en la
personalidad del
sub, hágalo con la seguridad que puede ayudar a
crecer y evolucionar, no force al sub
a un control mental si no tiene
el suficiente conocimiento en cuanto a pros y contras,
así
como el escenario y el juego de roles.
El
estar controlado en horarios, formas de vestir, comer, hacer o no,
comportarse, etc,
no es un abuso, sino es algo totalmente placentero
para el sub y bajo ningún concepto,
se siente o se ve
despersonalizado, todo lo contrario, es parte de la entrega que con
total
libertad de elección, y en forma consensuada, en la medida que
la confianza se va gestando,
estableciendo, construyendo, cosa que
sin duda, no se logra de un día para otro.
Una relación D/s es algo especial, está constituida por adultos, como
tal, tiene y posee
recursos, atributos y habilidades que le son
propios, de ahí que sea un medio eficiente
para la integración, todo
esto sin duda se debe desarrollar, en un marco de responsabilidad,
y
seriedad, de conciencia y sentido común, que es algo que jamás,
debe dejar de estar
presente en cada persona que se preste a experimentar por su propio deseo, este tipo de
relación, que a los
que la sentimos desde las entrañas, nos produce una hermosisima
sensación de plenitud.
®
Sátiro Demencia