domingo, 5 de marzo de 2017

Integracion D/s






En cualquier relación entre dos o más personas las mentes juegan un importante
papel. Esto es especialmente notorio en una relación de D/s, en la que una mente
trata de imponerse a otra(s), en la Dominación, está (conscientemente o no)
imponiendo su voluntad sobre la psicología, el uso de la psicología es por tanto
la principal herramienta de Dominación.

El Dominante experimenta el placer que le proporciona el tener el control sobre
la situación y sobre la vida del sub, sabe que un gesto suyo o una palabra van a
tener efecto sobre la otra persona y así controla ese efecto a su voluntad, el
placer del Dominante es el placer de un niño que ve que puede someter al mundo a su
voluntad y que las cosas, las personas, obedecen, esto hace que la mayoría de
Dominantes conscientes de la situación quieran preservarla, ya que se sienten a gusto
en ella.

Sin embargo hay otros Dominantes a quienes no agrada la situación y desean
dejar de ejercer control y Dominación sobre la otra persona.

Se llegan a dar casos en los que el Dominante sufre al Dominar, es contrario a esa
práctica, no quiere verse sometido a ella y tampoco quiere someter a otros, en este caso
el Dominante sufre dolor por la relación en la que él Domina, por último hay veces en
las que el Dominante no es consciente de lo que está haciendo, quizás experimente un
pequeño placer por la situación pero no se da cuenta de que realmente está negando a la
otra persona, podríamos calificar estos casos como abusos de poder, el Dominante abusa
del poder que le otorga el poder de Dominación, pero no es consciente de ello (al
menos no en un grado alto).

Hemos visto pues que el Dominante puede ser consciente o no de la
situación y en el caso de ser consciente quererla preservar o no, respecto al sub
podemos hacer la misma clasificación, puede ser consciente o no y querer romper o no
la Dominación, el sub disfruta por la Dominación, está siendo negado como individuo,
no existe, no es, su voluntad es suplantada o doblegada por la del Dominante.

Normalmente el sub es consciente en mayor o menor grado de su posición.

La relación D/s como vemos se desarrolla en el terreno de la
psicología, la psicología no es buena ni mala, pero al servicio de la
Dominación es la herramienta más efectiva que se conoce.
No es necesario someter el cuerpo del sub porque ya se ha sometido
su mente y el cuerpo la ha de obedecer, por tanto el control sobre los cuerpos queda
garantizado por el control sobre las mentes, cualquier acción corporal consciente ha de
ser antes una acción mental.

La Dominación se torna más intensa porque se hace palpable en el cuerpo del
sub además de en su mente, cada cual se reconoce a sí mismo como único,
irrepetible e irreemplazable y reconoce así mismo al otro.
Cuando ambos se relacionan no se niegan, esto es
no se pelean por el espacio y el protagonismo en la relación, sino que cada uno abre su
propio espacio y su propio yo y entre ambos tratan de conducirse a terrenos donde
ambos estén a gusto y puedan expresarse con soltura.

El placer no solo proviene de la Dominación, sino de la integración de ambos
que se relacionan y se enriquecen si cada uno por separado disfruta y es
capaz de pensar y de crear belleza, juntos lo hacen aún en mayor medida.


Por tanto la alternativa a una relación de Dominación es la integración, relación
en la que los participantes no tratan de imponerse uno sobre otro, sino que cada uno cede
parte de su yo y disfruta con el resultado producido al integrarse en un solo ser.

Se puede decir entonces que la relación entre Dominante y sub es su asunto y que
las personas del entorno no han de inmiscuirse, la relación entre dos es cosa de dos
y nada mas, es a ellos a quien compete elegir la senda para la misma.

Se podría decir que la Dominación no es mala sin no consensuada
porque ambos están de acuerdo y hay que respetar su voluntad.

¿En que ayuda esta Dominación e integración dentro de la relación D/s?

Libera al sub de todos los prejuicios y tabúes que la sociedad nos ha impuesto,
de los valores de falsa modalidad (mas inspirados en la hipocresía que en un
verdadero concepto de moralidad), libera para asumir responsablemente la conducción
de nuestra propia sexualidad, deja de lado prohibiciones y ese concepto de lo bueno
y lo malo, y por sobre todo ese concepto de culpa, ese concepto de pecado que
debemos reprimir para no ser considerados enfermos.


Porque al Dominar a otro, al asumir esa inmensa responsabilidad,
cada vez que imponemos lo que pensamos o las obligamos a realizar
las cosas a nuestro modo, nos integramos dentro de la relación D/s.

¿Pero como se logra el vinculo para una sana relación D/s?

Bajo el yugo del adiestramiento y adopción de una serie de conductas 
puede cambiar las actitudes de una persona bajo su conocimiento y voluntad, 
inculcando los hábitos de conducta, rituales de tratamiento y prácticas que desea
ver en adelante y en la clara explicación de cómo han de ser llevados a cabo para 
su plena satisfacción, desde el control físico preparación, entrenamiento, adecuación, 
seguridad mental, sentimientos, sensaciones, comprensión, crecimiento mutuo, 
fomentar y dirigir los deseos de sumisión de forma segura, hacerlos posibles
y más compatibles a los del Dominante.

El adiestramiento es la fase de aprendizaje, esencialmente para el sub, 
pero también para el Dominante, que a través de los días, y las conversaciones, 
y por algunas indicaciones sencillas aprende a conocer los gustos, necesidades, 
tiempos y formas de reacción.
El cambio de conductas en el sub para beneficio de la relación o para el placer 
propio del Dominante, el adiestramiento ha de dotar, tanto al sub como al Dominante
de un espacio seguro en que la práctica de BDSM sea satisfactoria para ambos.
Al ser BDSM un camino sin fin, y por el que se ha de transitar con la mente abierta 
a nuevas enseñanzas, pero con una cierta seguridad, el tiempo que se dedique 
al correcto adiestramiento nunca será tiempo perdido, con la adecuada técnica de 
control mental, el Dominante puede lograr cambios en la mente del sub, por lo cual 
y no menos importante, debe estar consiente que es un arma de doble filo, que debe
ser utilizada a consciencia por la persona que la ejerce pues ya que si es usado por 
personas inadecuadas podrían hacer daños irreparables a la mente del sub.
Es de suma importancia la constante comunicación.

La comunicación durante el sexo, ya sean prácticas BDSM o no, es muy importante 
ya que permite que haya un mayor entendimiento durante el tiempo de integración y 
esto puede derivar en mayor seguridad y una mejor experiencia sexual, debe haber 
una expresión explícita y específica en cuanto al deseo de realizar la entrega y control, 
a su vez, durante cualquier práctica, el consentimiento puede ser retirado en cualquier 
momento, sin necesidad de que esto conlleve al abuso de poder.

No es fácil distinguir el abuso, lavado de cerebro, modificación de conducta y acciones 
afines y separarlas de lo que llamaríamos, adiestramiento, interacción mental, auto 
conocimiento asistido, técnicas de control mental (todas estas consensuadas).

Hay técnicas de control mental que pueden ser usadas intencionalmente o no, 
que logran un condicionamiento mental , donde la voluntad es suprimida y se logra 
una dependencia así como una relación de poder cerrada.

Es necesario aclarar que no siempre funcionan con todo el mundo, ni le funcionan a todos,
no hay una palabra mágica que doblegue la voluntad del otro, sino mas bien es un juego 
donde se mezclan el conocer las debilidades del otro y usarlas en provecho de uno, 
bajo cierta dosis de seducción y persistencia.


Lo que llamaríamos fríamente lavado de cerebro, de ningún modo podemos llamarlo 
Dominación ligada al BDSM, ya que en este ultimo se trata de un juego donde es 
necesario que exista confianza y complicidad, somos consciente de con quien hablamos, 
nadie es obligado a escuchar o leer a quien no quiere y no le afectara lo que diga nadie 
en quien no confía, se entiende que una personalidad magnética esta ligada con crear 
este lazo que abre el puente y el paso a seguir es la confianza , es la entrada a la voluntad 
del otro.


Desde mi punto de vista, la técnica de Dominación mental es parte del BDSM 
aunque no muy entendida por la mayoría, sin embargo es muy difícil lograrla y mas aun 
es difícil entender los limites, esta que ambas partes sean conscientes de hasta donde 
se llega y hasta donde se da de si. No creo que a alguien le agrade tener a un zombi 
que no piense y haga todo lo que uno quiera sin ninguna clase de iniciativa, seria algo 
absolutamente tedioso y aburrido, buscamos hacerlo a quienes son conscientes de ello.

Ahora que el Dominante tiene por objetivo llevar a su sub al máximo nivel de entrega, 
hacer que el sub entregue absolutamente su voluntad, una anulación total de la personalidad, 
pero bajo una entrega de confianza y de respeto, el se desprende de lo que es y deja todo 
en manos del Dominante, hay que tomar en su contexto ciertas ideas que se van dando 
para hacer ese cambio de personalidad y no tomarlo de manera literal, lo hace básicamente 
para ir fundamentando su entrega porque desea pertenecer a esa persona de manera absoluta.


El consentimiento y la obediencia se asumen siempre, la comunicación, la comprensión mutua 
y la confianza llegan hasta el punto de que son parte de su vida, el Dominante forzará 
los límites para ampliar la obediencia, esto significa que está dispuesto a ser moldeado 
para satisfacer las necesidades y servir.


Habrá casos en los que el sub tenga la opción de romper el vínculo.

La finalidad de la integración en la relación D/s es hacer que el sub vaya escalando 
los diferentes niveles de sumisión, las diferentes etapas que conllevan el entrenamiento, 
hay varias opiniones y también existen variadas etapas de la formación, en estos 
procesos que definitivamente van a cambiar la actitud del sub, van a modificar todos 
sus hábitos y van a provocar un cambio absoluto en su vida, cambiara su personalidad, 
su percepción, no solo en el aspecto sexual sino también en el físico, psicológico y social.

Una personalidad sub no es una personalidad débil, por el contrario sabe definirse bien 
y sabe adaptarse a los cambios y necesidades de las diferentes etapas de su formación 
durante el proceso de entrenamiento y tiene todo el derecho de no aceptar lo que no es 
sano o seguro para ella, hay que saber que ser sub no quiere decir que se le anula su c
apacidad de entendimiento y de rechazar aquello que no crea le sirva para su formación.


El sub da su sumisión de una manera limitada, por un período definido de tiempo 
o de lugar y bajo ciertas condiciones, tiene una lista de condiciones, de reglas, y 
de límites que el Dominante ha de convenir respetar antes de una sesión o una relación.

¿Esto se puede considerar abuso?


Probablemente si; pero tampoco olvidemos que para que exista un abusador, 
debe existir alguien dispuesto a ser abusado. La sumisión no implica la pérdida 
total del control, sino la cesión de una parte de ese control a alguien que se valora 
como capaz de hacerse cargo del mismo.


Aquí no juega solamente la confianza, sino el criterio y el sentido común; cosas que, 
no deben faltar en ninguna de las personas involucradas en una relación D/s.

No nos olvidemos que se trata de una relación humana y como tal, se ve afectada 
por todos los factores que hacen a la condición humana, incluidas sus falencias y 
miserias. El error, la equivocación, la desmesura, la imprudencia, la distracción, o el 
descuido, pueden hacerse presente en cualquiera, no importa su rol y no siempre, 
necesariamente, por falta de condiciones o por mal ejercicio del mismo.


Y aquí es donde, sea quien sea, debe advertir que algo está fuera de su cauce.


Pero también existen otros terrenos pantanosos, camuflados con las palabras 
aprendizaje, crecimiento, superación y entrega. Palabras interesantes y estimulantes, 
que presuponen un enriquecimiento de la relación y un afianzamiento en el vínculo, 
pero pueden esconder deterioros emocionales y vacíos de la personalidad, que terminan 
transformándolas en actitudes de riesgo.

Hay un hilo muy delgado que separa la búsqueda del placer a través de la superación 
de límites y la búsqueda del placer por sobrepasar los límites, en esto, muy a mi pesar, 
debo admitir que estadísticamente, hay una marcada tendencia de Dominantes a creer 
que sus capacidades se ven realzadas por el simple hecho de correr esos límites, sin 
medir el alcance real, ni las consecuencias. Como también la existe en algunos sub, 
al considerar que esto valoriza su condición y hace más profunda su entrega.

La regla primaria de una relación D/s, establece que alguien guía y alguien se deja guiar, 
pero es responsabilidad de ambos la elección del mejor camino para transitar. El famoso 
dogma, de tintes eclesiásticos, que establece que la purificación solo se logra a través 
del sufrimiento, no forma parte de las bases filosóficas del BDSM. Una relación D/s 
no se debe sufrir, sino gozar. Que puedan existir elementos de carácter conductista, 
como premios y castigos, forma parte del formalismo protocolar de la práctica y
siempre y cuando, todos los involucrados consideren que su aplicación cumple una 
función enriquecedora.

Todo aquello que a la postre, no se pueda traducir en placer, sin duda se transforma en 
un abuso. Pero no solo se trata de un abuso físico o emocional; sino de un abuso del 
método. Aunque desde fuera parezca lo contrario, ambos tienen el mismo poder sobre 
lo que está ocurriendo.


En conclusión si tiene como finalidad el proceso de la formación en la personalidad del 
sub, hágalo con la seguridad que puede ayudar a crecer y evolucionar, no force al sub 
a un control mental si no tiene el suficiente conocimiento en cuanto a pros y contras, 
así como el escenario y el juego de roles.

El estar controlado en horarios, formas de vestir, comer, hacer o no, comportarse, etc,
 no es un abuso, sino es algo totalmente placentero para el sub y bajo ningún concepto, 
se siente o se ve despersonalizado, todo lo contrario, es parte de la entrega que con total 
libertad de elección, y en forma consensuada, en la medida que la confianza se va gestando, 
estableciendo, construyendo, cosa que sin duda, no se logra de un día para otro.


Una relación D/s es algo especial, está constituida por adultos, como tal, tiene y posee 
recursos, atributos y habilidades que le son propios, de ahí que sea un medio eficiente 
para la integración, todo esto sin duda se debe desarrollar, en un marco de responsabilidad, 
y seriedad, de conciencia y sentido común, que es algo que jamás, debe dejar de estar 
presente en cada persona que se preste a experimentar por su propio deseo, este tipo de 
relación, que a los que la sentimos desde las entrañas, nos produce una hermosisima 
sensación de plenitud. ®




Sátiro Demencia