Censura
Qué
es la censura?
La
censura es el uso del poder para controlar la libertad de expresión.
Quién
la utiliza?
La
puede utilizar cualquier estado, grupo influyente o una persona con
poder.
Para
qué?
Para
controlar una situación en su propio beneficio.
Cómo
es?
Puede
ser explícita, dictada por una ley, o menos explítica como la
producida entre la gente debido a los tabúes sociales. Por ejemplo,
en muchos lugares no se puede hablar abiertamente sobre el sexo no
porque lo prohíba la ley, sino por la presión que ejerce la familia
o la sociedad.
Qué
es la autocensura?
Ocurre
cuando una persona o un grupo de personas censuran, condicionan o
modifican lo que realmente piensan o expresarían por miedo a
consecuencias negativas. Si la censura es impuesta por otra persona,
la autocensura la realiza la misma persona víctima de ella. En los
medios ocurre cuando sus profesionales censuran, condicionan o
modifican su propio trabajo por miedo perder fuentes informativas,
amistades, privilegios, posibilidades de ascenso o, incluso, el
propio puesto de trabajo.
Censura
en Facebook?
La
tarea de discernir entre la libertad de expresión y la
censura que Facebook considera inapropiada u ofensiva se vuelve cada
día más compleja para las páginas y grupos de temática BDSMera.
La censura que
ha aplicado Facebook sobre ciertos contenidos ha causado la salida de
muchos practicantes con mucho que decir y enseñar por este medio.
Una
y otra vez nos recuerdan el "mal gusto" que para ellos
tiene la práctica del BDSM. Contínuos borrados de perfiles de sus
miembros y también de grupos centrados en nuestras temáticas.
Y
si, de a pocos nos acostumbramos, pero una vez más tenemos que
sufrir, aunque sea como "daño colateral" la censura en
Facebook.
Resta
decir:
Que
la sexualidad es poder. Y si controlamos nuestra sexualidad, nuestro
placer, nuestro bienestar, nuestro cuerpo, nuestras ideas, nuestra
mente... Nos estamos apoderando de nosotros mismos. Y eso es
peligroso para los demás!
Porque
te hace libre. Y si eres libre, cuestionas las norma establecidas. Y
si cuestionas las normas establecidas, pones en duda la validez del
código impuesto por los de arriba. Pone en peligro sus privilegios
basados en nuestra dependencia, nuestra seguridad, nuestra necesidad,
nuestra ansia de mostrarnos diferentes y con mente abierta.
Podrán
censurar nuestra forma de actuar, intentar cortarnos las alas,
borrarnos fotos, castigarnos por mal comportamiento, condenarnos al
infierno, pero nadie gobierna en mente ajena.
Sátiro Demencia
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