Hace algunos días, en una charla amena con una amiga
sumisa, con la cual después de unas buenas bromas, terminamos con una pequeña y peculiar disertación sobre
el rol Dominante, pero no, no aquel del que normalmente se habla, no la
Dominación Masculina, si no la femenina.
Aquella que hasta el momento no tenía en mente ni había
asociado con algunas circunstancias tan visibles que muy poca atención se les
da, las cuales después de analizarlo, me surgieron más y más dudas, ¿acaso es
un tema tabú, no es mencionable, se teme a hablar de ello, o simplemente nos
cegamos por respeto o miedo al que dirán, o quizá, el miedo a que nos deje mal
parados y con más enemigos de los que hasta el momento tenemos?
Pues bien, en uno de mis tantos momentos de ocio, me di a
la tarea de investigar un tanto sobre el cómo es que una damita bella y esbelta
llega a ser Dominante, encontrando en mi primer y única búsqueda algo tan
absurdo llamado “como actuar como una Dominatrix en 17 pasos”, pero que mierda!
Desearía encontrar algo similar para ejercer
mi rol con esa tan fácil manera de aprenderlo.
Caras vemos, perversiones no sabemos!
Aunque yo citaría, caras vemos, trastornos mentales ni
meternos, y por qué no? Definitivamente no, simplemente porque no, nunca se nos
ha dado el plantearnos que muchas de las nuevas Dominantes, llegan a la escena
por encontrar a quien patearle los huevos, sacar sus traumas chaqueteros
después de un mal divorcio, buscar un buen proveedor para sus bendiciones,
ensañarse con los dominantes de juguete que por ahí abundan y desquitar todo su
rencor para tratarlos como una vil basura (que casi ni se da), sumisas
intolerables que después de una fallida relación llegan acá sin saber ni mierda
del asunto, pero con la finalidad de estar del otro lado de la fusta y con ello
desquitar sus pendejaditas que sufrió en el pasado.
Y así podría continuar mencionando las preguntas y
respuestas que tengo atoradas en el filtro cerebro/boca, que por lo regular
termino vomitando, al contrario de dejarlas en donde están.
Porque también hay buenas FemDom, de las cuales las
“nuevitas” se les cuelgan como chango en su mecate, (esto me recordó a las
sumisas que hasta “madrinas” se buscan para aprender, pues si no son XV años!)
para tener conocimiento al respecto, llegar a ser como ellas o incluso imitarlas
como una copia falsa similares a las que venden en Santo Domingo.
Por desgracia esto sigue pasando y es tan nula la atención
que se le presta, que terminamos intoxicados por todos lados, aclaro que esto
no es algo que se dé a diario, ni todas las buenas Dominas hayan pasado por
este lapsus brutus o pendejismo estrepitoso que para mí es mejor nombrarlo de
tal forma.
Pero no todo está perdido, aún hay miles de formas de
brincar el charquito, todo tiene solución si se tienen las ganas de aprender,
crecer, vivir y disfrutar de un BDSM sano y libre sin culpas, podría sugerir
que se conozcan las bases sólidas de lo que es una FemDom, asistir a cursos y
talleres, no de cocina ni tejido, si no talleres en comunidades bedesemeras
donde se imparta el tema, pero claro, tampoco vayan a los que han convertido
este estilo de vida en una tiendita del oxxo, que para eso, mejor me chuto los
17 pasos para ser una Dominatrix.
Ya de perdida léanse el Manual de la Dominatrix, de Mistress Dede, donde les explica algo tan
básico como el que la dominación femenina es cualquier
práctica BDSM en la que la parte dominante es femenina, donde a la mujer dominante
se le llama Domina , "Ama" o Dominatrix, dependiendo del contexto o de
las preferencias personales. Una dominatrix no tiene necesariamente que dominar
a un compañero masculino; puede tener también una mujer sumisa, aunque a esa
relación, en inglés, se le llama lezdom, en oposición al femdom.
A como es el sapo es la
pedrada dicen por ahí, ya para terminar de escribir las ocurrencias que me
llegan a la mente al contrario de estar viendo porno, señoras, de verdad, lo
que ustedes tienen de dominas, yo lo tengo de virgen, échenle ganitas que
aprender no cuesta mucho, querer es poder, y poder es crecer.
Saluditos desde lo más
recóndito de mi ser, y que viva la familia!
Sátiro Demencia
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