En el argot de la subcultura BDSM se denomina vainilla a las personas que practican exclusivamente el llamado sexo convencional, sin deseos de experimentar nuevas sensaciones. De todas las variedades, ellos eligen la más insípida.
El sexo vainilla o bien “vanilla sex”, es el nombre que se le dio al sexo monótono, clásico y hasta aburrido.
Aunque no se sabe cuál fue el primer uso que se hizo a este término, Gayle Rubin ya lo usaba en 1984, en su ensayo ”Reflexionando sobre el sexo: notas para una teoría radical de la sexualidad”.
Otro uso conocido de vainilla fue hecho, a finales de los 90, por un conocido activista BDSM: explicó que los practicantes del sexo convencional estricto, eran como aquel cliente que entra en una heladería italiana de ensueño, repleta de sabores, colores y texturas, con miles de variaciones, y pide al dependiente: “Por favor, uno de vainilla”.
En un libro en pro del sexo vainilla llamado “Vanilla Sex and Chocolate Sex” dice que:
“Si tú dices que yo soy aburrido, yo digo lo contrario. Yo creo que tengo una mente expansiva y suficientemente creativa para disfrutar de las sensaciones y del sexo sin necesidad de accesorios, cuando otros necesitan un montón de esfuerzo por sentir lo que yo siento. Simplemente, porque yo no necesité salir del sexo convencional y tú precises de arneses o tengas una diferente mentalidad no te hace más complicado o interesante que yo. Sólo te hace diferente”.
He estado pensando mucho sobre el sexo corriente contra el sexo alternativo. Pero realmente hay una línea clara entre BDSM y la vainilla?
Erróneamente se ha dicho que el agregar un látigo u objeto sexual dentro del acto, te convertirá en un experto en el sexo, pero hasta esos detalles se pueden volver aburridos.
En primer lugar, la mayoría de las comunidades BDSM tienen un mayor énfasis en la comunicación específica, orientación y el establecimiento de protocolos para sus integrantes.
En segundo lugar, los individuos en la comunidad BDSM ya han superado su estigma sexual al menos lo suficiente como para buscar más allá de ese deseo innato que bruscamente es escondido por los tabues moralistas.
Y en tercer lugar, los individuos en la comunidad BDSM son mucho más propensos a tener gustos tan extremos como disfrutar de cada uno de ellos sin temor al que dirán.
Y me pregunto?
Porque las personas que aún tienen sexo convencional no están dispuestos a aceptar que puede ser normal, placentero y divertido lo que una inmensa mayoria disfruta realizandolo de forma oculta por la falta de sensatez y aceptación a gustos diferentes?
Mi opinión es que el BDSM forma parte de la diversidad sexual. Es una manera de relacionarse y de disfrutar del sexo, de manera diversa, no tradicional.
Si se desea tener nuevas experiencias sensitivas, dejemos esas ideas erróneas sobre el BDSM y sus prácticas, este estilo de vida da mucha mas satisfacción que el llamado sexo convencional o vainilla, porque hemos decidido ir más alla de las fronteras de la imaginación.
Hacer algo nuevo puede ser emocionante, todos tenemos una manera de relacionarnos, de encontrarnos, de sentir nuestro lugar en el mundo.®
Sátiro Demencia
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