sábado, 8 de febrero de 2020

Fragmentándose


Hablar o escribir sobre BDSM en la actualidad se ha convertido en un  tema aburrido para la mayoría, ya que la New Age o practicantes recién egresados de las “academias” donde cursaron sus talleres y han sido merecedores  de  títulos muchas veces ridículos por los nuevos “Roles” adquiridos,  así mismo gracias a la mercadotecnia y moda a la que han sido impuestos, han dejado muy detrás el conocimiento sobre las raíces del mundo al que se adentraron.


Por ende esa parte fundamental que un practicante debería tener, como lo es el conocimiento teórico, ha sido sustituido por un BDSMK+SWINGER+FAMOSO= sexo seguro sin compromiso; Quedándome corto con todo lo surgido ya desde algunos años atrás, pero no deseando ahondar demasiado en este tema ya de por si controversial y que daría para muchos debates, siendo el resultado siempre el mismo.

Pero bien, antes de proceder a quebrantar algunas mentes y dejar en el aire muchas interrogantes, pondré un ejemplo del BDSM no tan actual aquí en México, y que imagino sucede en muchas comunidades del resto del mundo:

Ser bedesemero en mi país es a veces un dolor de muelas, jode que jode todos los días, hasta que esta fuera de ti, decía yo, ser bedesemero es un tanto difícil, ya que si no perteneces a alguna de las 400,000 comunidades de las que ya existen, para empezar ya te toco bailar con la más fea, si no eres parte de ese sequito de clasistas iguales a mí, segundo error en tu caminar, refiriéndome a los grupitos formados  por pastores y borregos, un poco más allá, si no haces esa mezcla sin prejuicios de sexo/BDSM, seguimos en mal, continuando con esta pequeña lista, no puedo quedarme sin mencionar, que si no eres un “influencer” auto-proclamado  estas más que acabado, porque entonces cualquier error, falla, o simplemente el no tener amistad con estos personajes, nos resultara un ataque cibernético y ser expuesto hasta los domingos en misa de 6 am.

¿A qué se debe esto?

Puesto que el egocentrismo con el que fueron “creciendo” los ha convertido en Figuras Públicas en la escena nacional, y por supuesto la popularidad adquirida entre sus adeptos les ha hecho creer que tienen el poder absoluto de hacer un BDSM a su manera o escuela, que dicho sea de paso, así existieran infinidad de comunidades están cortados con la misma tijera, y estando tan herméticos a admitirlo por el propio pedestal en que se han levantado, prefieren tirarse mierda unos a otros antes de crear una verdadera comunidad unida.

Aclaro esto no se trata de una crítica de las que normalmente acostumbro, sino de una entrada a lo que realmente interesa.

¿Es acaso el BDSM actual un mal para toda la comunidad?

Mi primer y única respuesta será por siempre SI, para mí este BDSM lleno diamantina, chupetes, pañales, toppineo, de Neruda, rosado, roles sacados de Candy Candy, Frozen y demás enjuagues no es el correcto, prefiero ser un Sadosaurio intentando ser medianamente de los sobrevivientes de la New Guard, antes que dejarme llevar por la marea.

Y es entonces cuando llegan las interrogantes ¿Estoy mal por no evolucionar? ¿Debería aceptar y compartir este nuevo BDSM? ¿Esto mismo sucedería en los años consecuentes a la Old Guard?

Sí, es un mal para bien ¿o para mal?, aunque en varias ocasiones se ha mencionado que es mal, mal; Como ya lo expresara Gayle Rubín, las tendencias entre la Old Guard y la New Guard estaban ya presentes desde los años 40’s, siendo el rompimiento de la primera con la segunda en los años 50’s por la erotización, estrictos códigos de cortesía militar que prefirieron la apariencia motociclista ataviados en cuero, y una especie de sexualidad más orgia, con su contraparte de ciclistas grasientos que prefirieron el SM con sexo formal.

Si bien, todas las prácticas y preferencias de la "Vieja Guardia" todavía están con nosotros. Incluso ahora, hay aquellos para quienes el cuero y SM son asuntos formales con códigos y etiqueta estrictos, y aquellos que buscan y encuentran capacitación a través de tipos de relaciones de aprendizaje. Al mismo tiempo, hay otros para quienes el cuero significa liberarse de ciertas convenciones y una forma de trazar un camino individual. A través de las diferentes épocas, muchos han encontrado la libertad en la formalidad, el individualismo a través de la observancia de la costumbre y un orden sublime en las cosas que los no curtidos pueden considerar completamente caóticos.

Es imprescindible puntualizar que debe distinguirse la Old Guard de New Guard y comprender que erróneamente se le ha mal nombrado Old Guard a los activistas de los años 80s,  y que para ese entonces, el cuero / SM ya había sufrido varias revoluciones sociales y "Old Guard" ya había tenido varias "New Guards". A mediados de los años 60’s, un nuevo SM surgió dejando atrás los estilos clásicos de cuero, consumiendo drogas psicodélicas, se invirtió menos en la formalidad y se situaron en subgrupos en torno a diferentes grupos sexuales, llamándose a sí mismos “Nueva Guardia”

A mediados de los años 7’0s ya existían varios grupos y tendencias en torno al cuero /SM,  las poblaciones de hombres homosexuales urbanos crecieron y, a fines de la década de 1970, el cuero se había convertido en una especie de uniforme para los hombres homosexuales urbanos, la mayoría de los cuales nunca experimentarían el final comercial de un látigo. Este aspecto "clon" incluía cortes de pelo cortos, bigotes, jeans ajustados 501, botas, chaquetas de cuero y llaves colgadas de los cinturones. A fines de la década de 1970, a menudo se les ve como una especie de "edad de oro" de SM en San Francisco, pero la adopción a gran escala de estilos de cuero por parte de hombres de cuero diluyó las señales y frustró a la población de cuero. Esta situación condujo a la fundación de la Asociación 15 en 1980; los 15 pretendieron crear un entorno SM más confiable.

Desde una perspectiva más alta es notable que este mal ha aquejumbrado al SM desde mucho tiempo atrás, comprender la duración de las cumbres, la aceptación del Hombre/Mujer Hetero, el rol switch, intentar salvar los protocolos y códigos más estrictos de la comunidad de cuero /SM, para que aproximadamente en 1991 se promulgara el estilo de vida BDSM.

Para la actualidad BDSM ha “sufrido” varias mutaciones, y de enterado estoy  que quienes ahora son practicantes de la New Age, pondrán el grito en el cielo y responderán “ese BDSM de Sadosaurios no es el correcto, yo lo vivo, siento y disfruto a mi manera, porque no existen reglas escritas sobre cómo debo llevar una D/s o ser Dominante/sumisa/Switch”. Por supuesto, nadie puede ni debe imponer un estilo de vida al otro, aunque es aconsejable, no hundirlo más de lo que está ahora. No es una pasarela, tampoco una manera fácil de obtener sexo, mucho menos un lugar donde se venga a explotar el déficit de atención, traumas psicológicos, y demás dolores que te aquejan.

Tal y como dije al inicio, surgirán muchas interrogantes y una que otra mente se quebrantara:

Después de leer una y otra vez la diferencia entre “New Guard” y “Old Guard”, podemos apreciar algo que es verdad, aunque a muchos predicadores de la Vieja Escuela nos duela, nadie tiene la verdad absoluta sobre cómo debe desarrollarse el BDSM.

Todos, absolutamente todos, como seres con criterio y carácter tenemos en claro que nada es estático, que las situaciones y las vivencias cambian, que un día puede agradarte algo que después de un tiempo ya no; y es que la vida y el mundo siempre está en constante cambio. Hay eventos tanto históricos como sociales, filosóficos, naturales o religiosos que llegan a cambiar el ritmo de vida de un país o de un continente entero, y ante este mundo tan globalizado y en movimiento ¿cómo pretendemos que el BDSM se quede estático? 

Sabemos que la sexualidad y el placer siempre han estado presentes a lo largo de nuestra historia, y encontramos las orgías y prácticas homosexuales de los romanos y los griegos, después tenemos al Márques de Sade sacando a la luz pensamientos sádicos que en su época se consideraban un tabú. Abriéndonos a ese cambio tenemos a los nacionalistas Americanos que creaban su propia filosofía SM con sus reglas y protocolos; mientras en Europa tenían también su propia revolución sexual. 

Como podemos notar arriba, la propia Old Guard tuvo sus divisiones en cuanto a adherir y cambiar para que otros participantes que buscaban una onda más “light” pudieran acoplarse a alguna comunidad; y luego encontramos a colectivos lésbico-heterosexuales queriendo también ser incluidos, es de ellos de donde parte lo que todos conocemos como “Vieja Escuela” y de aquí salen los mil y un partidarios de ésta; sin embargo, el que se haya creado una nueva ola para que las personas que no eran bienvenidas en la Vieja Guardia nos muestra precisamente que todo cambia y avanza, sino fuese así nosotros heterosexuales y lesbianas no podríamos llamarnos practicantes; y es que las normas que se dictaron en aquel entonces no pueden quedarse estáticas, cuando en nuestra vida cotidiana podemos ver que una Constitución puede modificar o anular cierta ley y escribir otras más, cierto es que a veces las leyes nuevas no resultan tan beneficiosas, pero eso no quiere decir que esté mal. 

Para mí el BDSM claro que puede ser cambiante, se ha cambiado y modificado para ser inclusivo, y negarnos a que personas con ideas distintas sobre la sexualidad encuentren un refugio en él es volver a ese mismo rechazo que tiene la gente con lo desconocido. 

Si me preguntan a mí ¿el BDSM puede o debe cambiar? Yo respondería: sí, porque para ser un pseudo no necesitas forzosamente ser de la Nueva Escuela cuando muchos de los abusos que se ven a diario vienen de personas que predicaban y se sentían súper conocedores de la verdad y de la Vieja Escuela. Nos refugiamos (se supone) en un estilo de vida en el que podemos ser nosotros mismos, donde podemos compartir nuestros fetiches y gustos con personas afines con nosotros y sabemos que no seremos juzgados, entonces… ¿Si no nos gusta que nos juzguen por qué nosotros nos cerramos y lo hacemos?



Sátiro Demencia

1 comentario:

  1. Desde la Velvet Underground que en la cultura se ha hablado de estos temas, es lógico que todo se torne un poco impuro al popularizarse. Saludos amigos y larga vida al BDSM.

    ResponderEliminar